Alba tiene 22 años, estudia diseño de moda. Juan tiene 24 años y es comercial. Parece que se han gustado y, cuando ella le confiesa a él que tiene tatuajes, no tarda en reaccionar: “Si antes eras un 10, ahora eres un 11”.
Parece que a este argentino le gustan las mujeres con tatuajes y ella le confiesa que tiene muchos. Además, añade, tiene una mariposa dibujada donde nadie puede ver… en el culo. “Me gustaría verlo algún día”, reacciona él, entre risas.
Por su parte, Juan dice tener también tatuajes en el cuerpo, aunque reconoce que “son un poco extraños”. ¿La razón? Se los tatuó su mejor amigo. De hecho, dice tener dibujado un unicornio volando al lado del pene.
La conexión ha pasado a la atracción y parece que han disfrutado de su cena juntos. Tanto que han llegado a tontear en un reservado… ¡Beso en cuello incluido! Era de esperar que ambos quisieran tener una segunda cita.