Rolando deja a Carlos Sobera mudo con su intensidad sexual en ‘First Dates’: “Estuve con todos mis compañeros de sección, fue una orgía”

  • Rolando no se conforma con menos de 20: “Este cuerpo necesita comerse algo de su tamaño”

  • Anel deja a Rolando con las ganas en ‘First Dates’: “Solo ha hecho comer, comer y comer”

A Rolando, el físico no le importa. Lo único que le importa es el tamaño “este cuerpo necesita comerse algo de su tamaño y menos de 20 no puede ser”. Según le ha contado a Carlos Sobera, es un tipo muy sexual “me fijo mucho en el bulto de la seducción”. El presentador se ha sorprendido con su forma de definir al miembro viril y ha querido saber qué le gustaba sexualmente. Rolando le ha confesado que no le hace ascos a nada y que es perfecto en los tríos.

El soltero ha recordado un trío que hizo en el bachillerato “con todos mis compañeros de sección”. Carlos Sobera se ha sorprendido y le ha soltado “¿Con todos? Entonces no sería un trío…” y efectivamente, Rolando le ha dado la razón “fue una orgía”. Superado por la intensidad sexual del soltero, Sobera se ha echado las manos a la cabeza y se ha ido a buscar a su cita.

Anel, su cita, se ha presentado como una persona que a sus 26 años tuvo un encuentro espiritual con Dios y quiere que todo el mundo esté preparado para tener su encuentro. No se siente Santa Teresa de Jesús, pero sí está feliz de haber descubierto que uno de sus dones es la risa.

La primera impresión de Rolando al verla ha sido “fatal” no le ha gustado nada “ese suerter de Thalia o Mari Mar”. A Anel, su cita sí le ha parecido un chico guapo y le ha sorprendido que fuera de Venezuela y que igual que él llevara solo unos meses en España.

Anel ha comenzado la cita preguntándole a Rolando qué necesitaba en una pareja y él ha sido muy claro. Está buscando a una persona sexy, muy extrovertida y con la que poder compartir placer sexual sin ningún tipo de tabúes, condiciones que a Anel le han parecido estupendas porque considera que el sexo es el 75% de la relación.

El soltero también ha querido saber si Rolando había tenido episodios que habían marcado su vida y le ha hablado de su encuentro espiritual con Dios, algo que a su cita le ha parecido estupendo, pero no para contarlo en una primera cita en la que vienes “a que te mamen el huevo”. Cambiando de tema radical, Rolando le ha dicho que por su color de piel “intuyo que el tamaño…” y Anel le ha dicho que algo había “a los hombres le gustan las bocas grandes”.

Rolando le ha confesado a su cita que tenía unas estrellas tatuadas en la parte baja de la espalda y que cuando ligaba con alguien le proponía “¿Quieres ver las estrellas?”. A Anel no le ha parecido que un tatuaje fuera motivo para desear a una persona y no le ha gustado que Rolando no le hiciera casa cuando le ha dicho que le gustaba mucho cocinar y le volviera a sacar un tema sexual. Ha sentido que su cita solo buscaba sexo y eso no es lo que él quiere de hecho, le ha dejado claro que jamás haría un trío porque el sexo es la conexión de dos personas.

El soltero ha llegado al reservado convencido de que iba a pasar algo entre Anel y él, pero el soltero se ha centrado en “comer, comer y comer”. Cuando Anel ha cogido la plumita del placer, Rolando se ha echado para atrás y se ha dejado hacer, pero el soltero se la limitado a quitarle dos botones de la camisa.

Rolando ha dicho que no quería tener más citas con Anel y él ha estado de acuerdo con él porque había sentido que solo buscaba sexo y no ha querido conocerle de forma más espiritual y personal. Rolando se ha molestado un poco y le ha dicho que igual se había enfocado demasiado en el sexo y debería haber centrado su atención en otra cosa como él que has venido a “comer y comer”.