A Cristina siempre le han llamado la atención las personas más vulnerables y es un sector de la población que le permite mucha ternura. Le encanta conocer mundo y vivir experiencias nuevas. En el amor no ha tenido mucha suerte, pero cuando lo encuentra se entrega a tope “soy muy mami”. Busca a una persona que sea un poco como ella y el físico le da un poco igual “he estado con rubios, con morenos y con personas calvas también he estado”. Carlos Sobera no ha podido contener la risa la escucharla y Matías ha matizado su frase “los calvos son otra especie”.
Julio, su cita, siempre da el cien por cien porque “creo que es más difícil saber amor que será amado”. Al ver ha Cristina ha sentido que era una chica muy mona con un peinado muy coqueto “un primor”. Cristina se ha sorprendido al saber que era de Jaén porque no tenía acento y poco a poco le ha ido viendo el atractivo.
Cristina y Julio se han gustado, y han comenzado a conocerse con mucha ilusión. Julio le ha contado que es profe de primaria y que le encantan los niños. Cristina se ha llevado una alegría y le ha confesado que tenían muchas cosas en común porque ella también era profe y había estudiado pedagogía, pero que ahora estaba metida en un negocio online y no ejercía.
“¿Qué piensas del sistema educativo?”, ha sido la primera pregunta que ha hecho Cristina al saber que su cita también era profe. Julio le ha soltado “es una ruina” y ambos han estado de acuerdo en que hay que educar primero en valores. Cristina se ha emocionado al contarle que el sueño de su vida es tener una casa de acogida. Un deseo y un afán de ayudar que Julio comparte con él.
Cristina se ha sorprendido muchísimo cuando ha visto que, en lugar de hacer un boceto de ella, Julio pintaba en un papel a Minnie Mouse y le decía que es que le recordaba mucho a la ratoncita porque era muy coqueta. Pero más se ha sorprendido cuando el soltero le ha pedido que se dijeran tres cosas que les gustaban y le ha dicho que le encantaba que tuviera metas en la vida y la energía y el entusiasmo que transmitía, pero que también tenía algo negativo y es que la veía “un poco egoísta”.
Ella ha querido que le matizara ese pensamiento y Emilio le ha dicho que Dios empleó más tiempo en hacerla tan guapa que con el resto de la humanidad. Un piropo muy poco común que ha hecho reír a la soltera y sentir que eran demasiadas las coincidencias que había entre ellos. Los dos creen que sería un error no seguirse conociendo y se han ido directos a tomar una copa.