Javier parece tener parecido con los guapos de Hollywood “Dicen que me parezco a George Clooney y de joven a Antonio Banderas”. Nada más llegar a ‘First Dates’ le ha contado a Carlos Sobera que había vivido una juventud un tanto alocada y que había tenido problemas con el alcohol. Él vivía metido en el síndrome de Peter Pan y para él era todo felicidad, pero la realidad era otra muy distinta.
Un día se dio cuenta de que o cambiaba su camino o no había vuelta atrás “entré en una habitación de hotel viendo bichos y me dieron casi la extremaunción” a partir de ese momento, ha perdido 20 kilos y lleva tres años alejado de la tentación. Ahora da charlas a jóvenes para que se den cuenta de lo que parece un juego puede convertirse en una desgracia enorme.
Eva, su cita, comenzó a vivir la vida cuando ese quedó viuda a los 42 años y con un hijo de 11. A los dos años rehízo su vida, pero tiene claro que la vida hay que vivirla día a día y que la representa la canción ‘Puerto presente’ de Macaco. Al verla, Javier ha sentido que no era una belleza impresionante, pero que era una mujer atractiva.
Al empezar a conocerse han descubierto que tenían más o menos la misma edad y que vivían muy, muy cerquita. Eva ha sentido que Javier era un hombre que estaba de muy buen ver.
Ya en la mesa, Javier ha sentido que Eva estaba estupenda para los 53 años que tenía y ella le ha confesado que iba todos los días al gimnasio para tonificar. Los dos estaban muy sorprendidos porque tenían un montón de cosas en común. A los dos les gusta mucho la playa y estar muy morenos, pero ella le ha contado que era nudista y que iba a la Playa del Prat.
Eva le ha explicado a su cita que la vida no se lo había puesto fácil y que tuvo que ser muy fuerte para salir adelante tras quedarse viuda a los 42 años. Sin ayuda de psicólogos y solo con los libros de autoayuda, consiguió salir adelante. Javier no le ha especificado, pero sí le ha dicho que él también había pasado momentos muy complicados.
Javier está prejubilado y a Eva le ha parecido estupendo porque ella se apaña con su pensión de viudedad y en este momento es solo ama de casa. Los dos estaban impresionados con la cantidad de coincidencias que habían resultado tener y Javier ha decidido pisar el acelerador de golpe. Le ha agarrado la mano y le ha soltado “me gustaría sellar la cita con un beso”.
Eva le ha dicho que a ella todavía no se le había subido la copita de vino y que fueran despacio que todavía quedaba mucha noche, pero el soltero no ha salido de la decisión final sin cumplir su objetivo.