Mónica se ha presentado en ‘First Dates’ como una mujer valiente, para algunos casi kamikaze. Ha entrado en el restaurante hablándole a Matías con acento argentino y le ha confesado a Carlos Sobera que imitaba unas 250 voces. Tiene claro que detrás de una gran mujer tiene que haber un hombre muy masculino que se asuste. Ella está casada todavía y ha puesto a su marido en Wallapop “he puesto seminuevo, casi sin usar, la que lo quiera…”.
Miguel Ángel, su cita, se define como un hombre romántico al que le gusta conquistar, sorprender y ganarse las cosas con esfuerzo y con recorrido. Al verse, los dos han sentido que la cosa podía funcionar y Mónica le ha preguntado que cuánto tiempo llevaba soltero. Miguel Ángel le ha dicho que mucho y ella se ha asustado un poquito.
Ya sentados en la mesa, Mónica le ha contado que ella era de Guadalajara, pero vivía en Madrid y él que es de Zaragoza, pero vive y trabaja en Palma de Mallorca. La soltera ha querido saber a qué se dedicaba y él le ha propuesto adivinarlo. Mónica ha tenido claro que su cita era animador de hotel, pero ha disimulado diciéndole que parecía “piloto, médico”. Él le ha confesado que era abogado y ella no le ha creído “abogado, el que tienes ahí colgado. ¿Le habéis pedido el título?”.
Él también se ha sorprendido al saber que ella era polifacética y que además de actriz y periodista, tenía una empresa de eventos. Mónica es toda la una caja de sorpresas y poco a poco le ha ido demostrando su sentido del humor y su habilidad para imitar a personajes conocidos del panorama social.
Miguel Ángel estaba encantado con ella, pero a la soltera no le ha gustado que no se hubiera hecho la manicura “Te podías haber cortado las uñas antes de venir” y que fuera católico “en ese punto tampoco comulgamos”.
La soltera se ha vuelto a convertir en Lola Flores para contarle a su cita que ella no quería a un gañan a su lado y que buscaba a un hombre “con la mirada importante y que sea muy macho”. Mónica ha sido sincera con él y le ha dicho que había dos cosas que no le gustaban: sus ojos azules y su nombre. A la soltera le ponen nerviosa los ojos azules en general y ha tenido varios ex que se llamaban Miguel.
Él, sin embargo, estaba encantado con toda ella y le ha dicho que le gustaba mucho su forma de vestir “se me da mejor desvestir”, ha bromeado Mónica. La soltera tenía claro que no había sentido la conexión física que esperaba con su cita, pero le ha gustado que él le dijera que le gustaba mucho su personalidad arrolladora y que fuera tan emprendedora.
Miguel Ángel estaba convencido de que podían seguir conociéndose y le ha hecho una promesa para su segunda cita “si volvemos a quedar, me corto las uñas”. En el momento de la decisión final, él ha explicado sus motivos para seguir conociendo a una mujer fantástica, pero ella le ha dicho que más que amigos no podían ser porque no había sentido el feeling sexual que ella esperaba.
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