Raúl no escondido que tiene el ego por las nubes, se ha presentado en ‘First Dates’ como un pibón y en mitad de la cita ha cambiado la conversación con su cita por mirarse en el espejo “no cualquiera puede estar con un chico como yo”. Una actitud que ha irritado a David y le ha hecho tener claro que no quería repetir.
Raúl asegura que cuando se mira al espejo ve a “un chico muy pibón”, siente que es muy guapo y no para de decírselo. Se acaba de estrenar en el mundo del TikTok y está deseando comenzar a viajar con gente del mundillo. En el amor ha tenido varios suspensos porque asegura que es muy exigente y que busca a una persona que le de cariño porque está sin su familia en la ciudad. Eso sí, quiere a un chico guapo, pero no más guapo que él porque eso le da inseguridad “tengo miedo al rechazo y a que se cansen de mí”.
David, su cita, nunca ha estado enamorado pero ahora no se cierra a nada porque las relaciones ya han dejado de darle pereza. Al verle, Raúl ha sentido que era guapo, pero no más que él y eso le ha gustado. Sin ningún tipo de vergüenza se ha puesto a hablar de sus lugares de residencia y David le ha contado que estaba estudiando farmacia. Raúl le ha contado que trabajaba en una tienda y que estaba empezando a trabajar de modelo.
Raúl ha querido saber qué le había llevado a David a venir a ‘First Dates’ y él le ha confesado que estaba cansado de Tinder y de relaciones esporádicas. También le ha dicho que le había costado mucho dar el paso porque su familia no conocía su condición sexual y antes de venir le había dicho a sus padres y sus tíos que venía al programa ha conocer a un chico. Raúl ha sentido que era un chico muy valiente y le ha contado que él se lo dijo a su madre hace un años, y que le costó mucho, pero ahora está feliz porque ella es su mejor amiga y se lo cuentan todo.
A David le ha sorprendido muchísimo que su cita solo hubiera tenido relaciones sexuales con chicos latinos y no ha sabido muy bien cómo tomárselo porque él no es latino “Igual no le gusto, pero es lo que le ha tocado, yo soy español”. Raúl siente que la gente de Madrid no es cercana y él al estar solo en la ciudad necesita cariño y compañía, algo que le dan los chicos latinos, además, “tienen mucha marcha”.
Raúl se sentía raro porque había salido de casa sin el cacao para los labios y él nunca sale sin cacao o sin gorra. David le ha dicho que él es más de gafas de sol, pero Raúl no usa gafas porque quiere enseñarle al mundo sus cejas. Siente que las tiene perfectas, que cuando va andando por Gran Vía la gente le mira de lo guapo que es e incluso, se ha puesto a mirarse en el reflejo del cristal del restaurante y ha sentido un “no todo el mundo puede estar con un chico como yo”.
A David le ha hecho gracia que se lo tuviera tan creído, pero según iba avanzando la conversación se ha horrorizado y le ha dicho que no se lo creyera tanto porque no era para tanto. En el momento de la decisión final, Raúl ha dicho que había visto a David como un amigo y él ha pensado lo mismo. Tiene claro que no podría tener nada con una persona con tanto ego como Raúl “me irritaría muchísimo”.