Si fuera una de las protagonistas de la serie ‘Sexo en Nueva York’, Mª José tiene claro que ella sería Charlotte York porque nunca se despeina “ni en la playa”, asegura que “nunca me falta un perejil, siempre voy con todos los complementos”. Se define como una mujer extrovertida y muy inteligente.
Siente que todos los hombres que ha conocido eran príncipes disfrazados que al besarlos se han convertido en ranas. Tiene claro lo que quiere, pero le gusta probar cosas nuevas para saber si le pueden gustar otras cosas. Busca a un hombre honesto y si puede ser que sea clásico vistiendo.
Raúl, su cita, es promotor de una agencia de turismo inclusivo. Se define como una persona muy creativa y busca a una persona que le acompañe en su hiperactividad. Al verle, Mª José se ha quedado con lo positivo “tiene pelo y es canoso”. Los dos se han agradado y la cita ha comenzado bien. Eso sí, ella ha sentido que él se podía haber arreglado un poquito más para la ocasión.
Ya sentados en la mesa, Mª José y Raúl ha comenzado su cita hablando de sus profesiones. Ella se dedica al mundo de las energías renovables y le ha encantado saber que su cita se dedicaba al turismo inclusivo. Ambos han coincidido en que llevan muchos años sin pareja y ella ha sentido que por lo menos su cita era un tipo normal y con buena conversación.
Al saber que vivía en el campo, Mª José ha sentido que su cita era un tipo deportista, pero han chocado en el tema de la naturaleza, ella prefiere que la despierte el tacón de la vecina de arriba y no los pajaritos del campo. La soltera le ha contado que tenía un montón de actividades por las tardes y que incluso, tenía dos profesores de salsa para aprender varias técnicas.
Raúl ha querido saber si le gustaba volar y al saber que su propósito para este 2023 era volar en parapente, ha sentido que podían hacer un vuelo en pareja porque él también era un apasionado del vuelo en parapente.
Mª José ha querido saber cuál era el último libro que se había leído su cita y parece que la pregunta le ha cogido un poco desprevenido. Ella le ha advertido que era muy curiosa y que si una pregunta le incomodaba no pasaba nada porque ella la volvía a formular de otra forma. Eso sí, la soltera ha sentido que Raúl se fijaba mucho en los detalles y él le ha contado que era “muy detalloso”.
La soltera ha pensado que quería decir “detallista”, pero él ha insistido en el término “detalloso”, él es más de regalar una planta que un ramo de flores.
En el momento de la decisión final, Raúl se ha mostrado convencido de que podían seguir conociéndose y que igual acababan saltando juntos en parapente, pero ella ha tenido claro que no iban a volver a verse porque no había sentido ni la impronta ni la chispa ni nada de nada.