Juan Pablo ha descubierto con cierta edad que el amor verdadero solo lo puedes encontrar hacía uno mismo. No puede decir que sea maduro porque siente que tiene un complejo de Peter Pan que no sabe si quiere cambiar. Es escritor de salud humana global, se ha dedicado a la ciencia toda su vida y ahora está metido en la escritura científica.

Le ha puesto a Carlos Sobera cara de circunstancias cuando le ha hablado de amor. Asegura que su divorcio fue traumático, conoció a su esposa a los 18 años y se separó de ella hace 3 meses. No está buscando nada concreto, pero le gustaría volver a ilusionarse, y le gustan las mujeres curiosas.

Raquel, su cita, sabe que es una mujer que impone a cualquier género y le gustan los hombres que son capaces de sobrellevar su carácter “no hay muchos”. Al verla, Juan Pablo ha sentido que era una mujer muy guapa y que de cuerpo estaba bien “es compacta, se la ve fuerte”. Ella le ha dicho que era de Madrid y al saber que él estaba viviendo en Murcia, le ha preguntado qué si buscaba a alguien de Madrid, pero él le ha explicado que está en fase de aventura y que no busca nada concreto, está abierto a los cambios. A ella no le ha desagradado, pero no era lo que esperaba y “el choque ha sido importante”.

Ya sentados en la mesa, Raquel le ha propuesto saltarse la batería de preguntas tipo y conocerse de una forma más divertido y él ha sentido que era una mujer con carácter. Juan Pablo ha querido saber cómo se veía ella dentro de seis meses y al ver que le parecía muy poco tiempo para un cambio, él le ha contado que era escritor y que aunque su libro hablaba de salud, tenía un punto filosófico.

Raquel le ha contado que ella no había publicado un libro, pero que sí le habían publicado un microrrelato erótico y a Juan Pablo le ha parecido emocionante porque eso quería decir que era una mujer carnal que le gustaría escribir sobre pasión. Pero en lugar de querer saber algo más, le ha contado emocionado que él escribía relatos eróticos con 16 años y que le llegaron a publicar uno en la revista Playboy.

La soltera ha tenido la sensación de que Juan Pablo era un buen conversador, pero que ella no estaba contándole nada de nada. En un intento de saber algo más de Raquel, Juan Pablo ha intentado hacerle una pregunta concreta que no se respondiera de forma concreta y ha querido saber a qué actividad había dedicado más de 400 horas en su vida. Ella le ha contado que seguro que en leer ha empleado muchas más horas y que también había practicado mucho deporte “hacía tres horas al día de gimnasia rítmica”.

A los dos les ha parecido que su conversación había sido muy interesante y a él le ha gustado que ella fuera una mujer directa, pero él sí ha querido volver a quedar para conocerla mejor y ella solo para tener una nueva conversación interesante.