“Alguna he colado”, le ha confesado Álex a su cita en ‘First Dates’ muerto de la risa cuando ella le ha dicho que tenía cara de mentirosillo.

Álex tiene una rutina de belleza muy sencilla, pero muy concreta. Va a la peluquería cada dos semanas para que le corten el pelo y le retoquen las cejas, en la cara solo se pone una mascarilla de vez en cuando. Es enfermero vocacional, pero asegura que se liga solo de puertas para afuera “la gente se sorprende, pero con pacientes no he ligado”.

Ha tenido una relación de tres años y está buscando a una chica alegre, divertida, que se parezca a él. Sonia, su cita, podría ser su chica porque se ha presentado como una chica muy alegre y risueña. Tenía miedo de que no le gustara su cita porque ella es muy expresiva, pero Álex le ha gustado y más al saber que era enfermero y vivía al ladito de ella.

Álex no nos ha dejado claro si Sonia le había gustado, pero ha querido conocerla y le ha preguntado por lo que buscaba en una pareja, por sus aficiones y por las mascotas. Ella le ha contado que solo había estado con un chico 6 meses, que llevaba dos años “a dos velas” porque no le gustaban los rolletes y que esperaba enamorarse.

Le ha sorprendido contándole que sus aficiones son pintar y ver la tele porque él no lo ve una afición ya que es algo que nos gusta hacer a todos. Y en el tema de las mascotas, le ha contado que tiene un problema con los olores y que no tiene perro porque la casa olería a perro, y no lo soporta. Álex no lo ha compartido porque cree que si tu tienes a tu perro bien aseado no tiene por qué oler.

Los dos han comenzado la cita con mucha ilusión, pero su ilusión ha comenzado a ir por distintos caminos. Respecto a la comida, a Álex le ha parecido infantil que su cita solo comiera las tres cosas que le gustaban y se negara a comer pescado. Tampoco le ha gustado mucho saber que le gustaban las fiestas al aire libre y que ya no bebía porque había sido “la borracha del grupo”. Según el ha contado llegó un momento que aun bebiendo muy poquito, muy poquito se ponía a vomitar todo el rato. Él no se lo ha creído y le ha contado que a él lo que le gusta es el tardeo.

Respecto a lo que le había parecido, Álex le ha dicho que no venía con una idea clara y que estaba muy cómodo en la cita. Ella le ha confesado que le estaba transmitiendo mucha “paz y tranquilidad” incluso, que le daban ganas de achucharle. Eso sí, cuando ella le ha contado que era incapaz de mentir y que él tenía cara de haber colado alguna que otra mentira, a Álex le ha entrado la risa floja y le ha confesado que alguna vez lo había hecho.

Ella esperaba y deseaba que él le diera una segunda cita porque le había gustado mucho, pero el soltero ha sido sincero y le ha explicado que era muy simpática y que se lo había pasado bien, pero que no había sentido ni feeling ni chispas al verla. Una pena.