José Luis siente que no está a la altura de su cita en ‘First Dates’: “Tiene el ego muy grande”
A Teresa no le gusta su cita en ‘First Dates’: “Esa camisa color 'chochomona' y esa corbata de la procesión”
Teresa, sobre su vecino del sexto: “Es un coñazo, yo bajaba en tetas a la piscina y puso un cartel”
Ver ‘First Dates’ (06/02/23), online y completo en Cuatro
María Teresa se ha presentado como una mujer que cuando llegó al sur “por chominismo” decidió que la llamaran Maite “significa querida en vasco”, pero que con la edad quiere ser solo Teresa porque es “el nombre más bonito del mundo”. Elsa Anka se ha quedado impresionada con su estilazo y eso que no le ha visto pasear por Nueva York.
Teresa no se ha quitado el abrigo ni el sombrero para recibir a su cita y es que a ella le gusta ir siempre impecable. Eso sí, para ir al trastero ya le da más igual porque conoce todos los vecinos y sobre todo, “el del sexto es un coñazo”. Nos ha contado que ella “bajaba en tetas” a la piscina y que puso un cartel para impedírselo. Desde entonces, pone carteles para impedir cualquier cosa.
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Teresa busca a “un caballero andante, una perita en dulce”. Es consciente de que con la edad existente limitaciones, pero está segura de que quedan hombres entre 60 y 70 a los que la edad les ha favorecido como a ella. Eso sí, no está dispuesta a desvelarnos su edad, pero tiene claro quiere a un hombre un poquito más joven “ellos cascan antes”. No le importaría que fuera un hombre como Matías porque el camarero es “guapo de cojones”.
José Luis, su cita, es un hombre que se casó con su mujer y ha estado 50 años a su lado. Al verle, Teresa ha soltado un “no me gusta”, pero no se ha echado las manos a la cabeza porque es una mujer educada y quería cenar con él y darle una oportunidad. Eso sí, tenía claro que no era su tipo “ese traje casposo, como dado de sí, como de Humana, esa camisa que no es ni blanca ni crema, es color huevo… ¡Muy mal!”.
El soltero se ha interesado por su cita, pero ella solo podía pensar en “el color ‘chochomona’ de su camisa y en la corbata de la procesión de Semana Santa del Santo Cristo del Perdón”. José Luis sin embargo, ha sentido que era un mujer con mucho estilo, educación y un tipazo.
Nada más sentarse en la mesa, José Luis le ha preguntado por su edad y Teresa le ha dejado claro que eso no se le preguntaba a una dama. Él ha rectificado y le ha dicho que tenía unos ojos muy bonitos “eres la envidia de cualquier hombre”, algo que ella tiene claro que lo es “estoy ideal para mi edad”.
A contarle que había decidido perder el vuelo que tenía para quedarse unos días en Madrid, Teresa ha descubierto que su cita no era un apasionado de los vuelos en avión. Ha querido saber qué países había conocido y aunque José Luis le ha enumerado unos cuantos, ha sentido que no tenía su nivel cultural y se ha acordado de un amigo abogado que tenía “que también era un gilipollas”, pero con el que podía hablar de todo.
Siguiendo con el tema de los viajes, José Luis le ha dicho que le gustaban los viajes del Imserso y ella se los ha tirado por tierra “en el comedor es un jungla, es una auténtica catetada”. El soltero la ha escuchado con mucha educación, pero ha tenido la sensación de que tenía aires de superioridad y eso para encontrar el amor, no era muy adecuado.
Teresa ha querido contarle a su cita cosas de su vida y le ha hablado de sus cuatro hijos, uno de ellos es arquitecto y ambientólogo y da clases de la Universidad de Columbia en Nueva York. “He estado por lo menos 12 veces en Nueva York, ¿tú has ido a Nueva York?”. José Luis ha sentido que su cita no para de hablar de ella, no le escuchaba y cada vez que intentaba decirla algo, le cortaba. Incluso, cuando él le ha dicho que tenía un andador en casa, ella ha entendido que tenía que andar con andador y le ha dicho que a ella no le dolía nada.
José Luis le ha contado a Teresa que buscaba a una mujer con la que ser feliz y acabar sus días, pero ella le ha dejado claro que busca a alguien con su cultura, su elegancia y su saber estar. El soltero estaba alucinando con lo que engreída que era y en el momento de la decisión final ha dejado claro que no estaba a su altura “tiene el ego muy grande”.
Teresa le ha dicho que como amigos podían volver a verse y se ha liado da darle un montón de besos incluso, por accidente le ha besado hasta en al boca. El soltero no sabía cómo actuar y ha salido de allí como ha podido “ya vale, llevamos seis”.