Isabel nos ha contado en ‘First Dates’ que es de un pueblo chiquito y los animales son su vida. No ha estado casada, pero ha tenido tres relaciones, una que se terminó por falta de feeling, otro hombre que la dejó cuando tuvo un accidente y el último porque era tóxico “mi padre dice que los cojo con un alfiler y elijo los peores”.
Esta buscando a un hombre alto al que le gusten los animales “tengo cuatro gratos, dos perros y un pajarito”, y no sabe si se enamora con facilidad porque hace mucho que eso no sucede. Isabel quiere tener un amigo y una persona en la que poder confiar “a parte de mi familia y de mi madre”, ha asegurado muy emocionada.
Juan Antonio, su cita, ha venido a ‘First Dates’ con la ilusión de encontrar a una mujer que le enamore. Al verle, Isabel ha sentido que era un chico atractivo y ha querido saber si solo se llamaba Juan porque era un nombre que le traía malos recuerdos. Al saber que se llama Juan Antonio, le ha dicho que le iba a llamar Antonio si no le importaba. Lo que sí le ha gustado es que trabajara en el campo y en concreto, en el mundo de los minihuertos.
El soltero ha querido saber si Isabel tenía hijos porque ella tiene una hija de 10 años que es lo mejor de su vida. Ella le ha dicho que tenía animales y justo a Juan Antonio no le gustan los gatos. Respecto a sus aficiones, ella no tiene mucho tiempo para nada, pero si tiene que elegir prefiere escaparse al campo porque la playa le gusta para estar en el chiringuito, algo en lo que sí han coincidido.
Los solteros son muy de campo y han estado de acuerdo en lo mucho que les gustaba una barbacoa. Isabel echa de menos poder hacerla en su terraza, pero le ha contado que alguna vez se salta las normas e invita a los vecinos. Eso sí, tiene unos nuevos con los que cree que no se va a llevar bien porque le reprocharan que escuchara flamenco a las siete de la tarde.
A Isabel no le ha gustado que su cita fuera cazador, pero ha entendido que lo hacía como un hobbie para pasar un rato con los amigos. Entre ellos existían muchas conexiones, pero al mismo tiempo cierta frialdad. Respecto a lo que esperaban de una relación, los dos han coincidido en que querían una amistad y que ya no estaban para pasar por el altar.
Ella no ha sentido un flechado, pero ha sentido que podían conocerse porque vivían muy cerquita y tenían muchas cosas en común, pero él le ha dado un “no” por respuesta porque no había sentido esa cosita.