Pedro es un hombre que ha vivido en muchos países por amor y por trabajo, según le ha explicado a Elsa Anka, es un “falso tranquilo” porque aparenta ser un hombre calmado, pero solo lo es en apariencia. Le gustan las mujeres con carácter dentro de la cama y aunque le suele impactar las rubias, las pelirrojas y morenas tampoco le disgustan.
Natalia, su cita, considera el amor como un sentimiento muy puro y de entrega total. Al verla, Pedro ha sentido que era una mujer muy guapa que no dejaba a nadie indiferente. Ella vive en Cartagena, pero es de Ucraina y le ha tenido que explicar a su cita dónde está Murcia porque él es de Portugal y no lo tenía claro.
En la mesa, Natalia le ha explicado a Pedro que buscaba un amor sincero y de verdad, y lo que ha visto en él le ha gustado. Los dos trabajan en el mundo de las finanzas, él es contable en Barcelona y parece un tipo serio.
Pedro se ha definido cómo un tipo entregado y muy romántico, algo que Natalia ha valorado de forma muy positiva porque a ella tampoco le gustan los conflictos.
La cita estaba funcionando muy bien hasta que se han puesto a hablar de sexo. Natalia es muy tradicional, jamás haría un trío y no le ha gustado saber que Pedro había hecho dos con una de sus parejas.
Tampoco le ha parecido agradar saber que la fantasía sexual de su cita era tener sexo en una terapia de pareja delante de al terapeuta porque eso le decía que había tenido problemas sexuales en sus anteriores relaciones. Respecto al lugar en el que le gustaría tener sexo, Pedro le ha dicho que en una playa nudista y ella le ha matizado que lo importante es con quién y no el dónde.
En el momento de la decisión final, él se ha mostrado dispuesto a superar el obstáculo de la distancia y seguir conociéndola, pero ella ha tenido claro que como pareja no iban a llegar a ningún sitio.