Loli ya no está para fiestas de prao: “Yo soy más de bailar quizomba y en academias”
Loli no entiende qué es un carro tienda: “Creo que ser refería a una caravana”
José, al ver que Loli se le escapa: “Quieta, loba”
Loli hace años que dejó el camping atrás y José “no aguanto más de dos días en un hotel”
Loli asegura que está muy mona por fuera, pero que por dentro está hecha una ruina y que le han operado de un montón de cosas. Se define como una mujer muy gobernanta y mandona. Es viuda desde el 2009 y después ha tenido una relación de 5 años, pero no soporta las mentirijillas. Mientras que hablaba con Carlos Sobera ha sacado su móvil y él presentador ha querido saber si iba a llamar a alguien, pero ella le ha dicho que era para hacerse una foto con él.
A Loli le gustan los hombres canosos y le gusta Carlos Sobera. Busca a un hombre que sea buena persona, que quiera disfrutar de la vida y que no sobre todo, no mienta “me lo como con patatas si miente”.
José, su cita, se ha presentado como un hombre cómo los de antes, al que le apasiona bailar. Loli al verle, le ha tirado una foto, pero no porque se haya sentido impresionada. Le ha visto un poco dejado y mal vestido. Ella sabe que no es una miss mundo, pero su cita no el ha entrado por el ojo ni al saber que también era asturiano como ella.
El soltero estaba encantado con Loli y ha querido saber si le gustaba bailar, ella le ha dicho que sí, pero ha tenido la sensación de que no bailaban lo mismo. Él no ha practicado mucha quizomba y es más de pasodobles, algo que ella ha visto de “fiestas de prao”
Loli no estaba sintiendo nada especial por José, pero ha querido saber qué le gustaba hacer. Él le ha dicho que le encantaba el camping y que tenía un carro tienda porque ya no le gustaba ir siempre al mismo sitio. Ella no le ha entendido muy bien, pero sí le ha explicado que ella es más de hotel y de ciudad, eso del campo y las vacas, no le convencen.
Una de las gemelas ha querido saber qué tal estaba funcionando la cita y José se ha venido muy arriba y le ha dicho que la segunda cita iba a ser “en su casa o en la mía”. La cara de Loli ha sido todo un poema.
José estaba feliz de haber conocido a Loli y estaba dispuesto a ir a Oviedo en bici si hacía falta, pero ella eso de saber que él vivía en la montaña como Heidi, no le ha gustado nada. Al salir del restaurante, las gemelas le han advertido al soltero de que se le estaba escapando la moza y él ha soltado “quieta, loba”, que no sabemos cómo le habrá caído a Loli.
Ella le ha explicado que la cena era agradable, pero que no había sentido que tuvieran cosas en común como para repetir el encuentro, ella es de ciudad y él más de pueblos.