Mar, de ‘First Dates’: “La sexualidad femenina explicada para hombres debería ser una asignatura obligatoria en el colegio”

Mar asegura que le representa una frase que un día le quitó a su amiga “la vida se trata de morir joven lo más tarde posible”. Aunque a Carlos Sobera le ha costado crear, la soltera asegura que nunca ha tenido una pareja estable “he sido una persona muy perezosa y priorizo a mis amigos y a mi familia”.

Ahora mismo está buscando a una persona a la que le guste pasárselo bien y que sea disfrutón igual que ella. Físicamente si le gustaría que midiera al menos 1,80cm porque ella es una mujer grande. Le gustan los macarras, pero ya está cansada y quiere a un tipo educado y responsable.

Rodrigo, su cita, se define como un tipo curioso, habla con todo el mundo, conversa con la gente que se va encontrando y siente que el término “buena vibra”, le representa. Al entrar, ha bromeado con Carlos Sobera sobre su chaqueta y ha pronunciado la palabra “malote”, algo que su cita ya no quería su cita “muy bien Rodrigo, ya la estás cagando”.

Han comenzado a conocerse hablando de sus lugares de origen y se han sorprendido al saber que, aunque ninguno era de allí, los dos Vivian en Barcelona. Él es uruguayo y ella de Mallorca, un lugar que a él le han entrado ganas de conocer.

En lugar de querer saber a qué se dedicaba su cita, Rodrigo ha querido saber a qué le gustaría dedicarse si no importara el dinero y Mar le ha dicho que a lo mismo que se dedica ahora, es organizadora de eventos. A él le gustaría trabajar como psicólogo en un campo de refugiados, pero de momento ha estudiado teatro y estuvo unos años bailando rap, break dance y burlesque. El último un baile que según le ha definido a Mar es un striptease con toques de humor. Su madre es bailarina y se ha movido mucho en el mundo artístico.

El soltero tiene la sensación de que la gente se abre mucho con él y por eso quiere meterse en el mundo de la psicología. Mar ha sentido que también era un tipo energético y le ha contado que ella con 5 años salió de su cuerpo al sufrir un accidente “se me cayó una viga de hierro encima y estuve 5 días en coma” y desde ese momento siente que tiene muy abiertos los canales, pero no lo practica porque le da miedo.

Rodrigo le ha contado que su abuela tira las cartas del Tarot, hace regresiones… Y ella ha tenido claro que quería conocerla. Entre los dos estaba surgiendo mucha conexión y las conversaciones eran muy, muy fluidas.

Respecto al sexo, Rodrigo le ha contado a Mar que había tenido bastantes relaciones serias y que había estado metido en una ‘sex-academy’ en la que había aprendido cosas fuera de los estándares de la normalidad. Incluso, le ha confesado que había hecho un taller de sexualidad femenina para hombres que le había encantado. A ella le ha parecido un tema muy interesante y ha tenido la sensación de que debería ser una asignatura obligatoria en el colegio “para evitar desastres”.

En el momento cuenta, Rodrigo se ha asegurado una segunda cita con Mar proponiéndola que él pagaba la cena y ella le invitaba otro día. Un acuerdo que han confirmado en la decisión final, los dos quieren repetir y para que la invitación de ella no sea muy cara, van a comenzar tomándose algo.