Mariona se define como una Britney Spears o Paris Hilton de los 2.000, ese rollo “chica inocente”. Le ha contado a Elsa Anka que en Instagram la conocen como Miona, es modelo, actriz, cantante y bailarina, y en 10 años se ve siendo estrella. Su vida sentimental se resume a su casa y su gato. Siente que los niños son bebés y ella no está para ser la madre de nadie, busca a un hombre que le cuide.
Nicolás, su cita, es un tipo muy coqueto que asegura que pasa la mayoría de su tiempo ligando y coqueteando con las chicas. Al entrar en el restaurante ha flipado porque ha visto como su cita se ponía en pie y comenzaba a cantar para él. No se esperaba encontrar a una chica tan guapa y menos que fuera inteligente. Mariona le ha contado que está estudiando Ingeniería informática, pero que se ha tenido que pasar al modo online porque está muy ocupada trabajando de modelo, cantante y actriz.
Él le ha contado que está estudiando psicología porque quiere montar una empresa de publicidad y a ella le ha parecido estupendo porque “con la publicidad te comen el coco” y ha sentido que le habían traído al Príncipe de Blancanieves “rubio y de ojos azules”.
A Mariona le ha extrañado que Nicolás no la reconociera porque ella era muy famosa en Instagram y le ha contado que sube contenidos sobre su vida y bailando. Él ha flipado al saber que era una chica súper flexible, pero sobre todo, al saber que vivía sola con 19 años y que tenía todo su futuro muy bien estructurado. Ahora mismo vive de sus inversiones y de la publicidad en redes, pero ha ganado mucho dinero invirtiendo en criptomonedas y espera con 21 años tener un millón.
Respecto a las relaciones, Mariona le ha dicho a Nicolás que a ella los rollos le dan asco y que le gustan los chicos que le sacan 15 años, pero que no ha encontrado a ninguno interesante y que por su trabajo tampoco tiene tiempo para buscarlo. Él se ha quedado un poco chafado porque solo le saca un año, pero sobre todo, porque le ha dicho que iba a pillar algo estando con tantas chicas y que usar protección era “de cromañones”.
Nicolás le ha contado que había tenido una relación de 5 años y ella ha tenido la sensación de que había sido con una chica morena y que por eso había terminado “las morenas son Cayetanitas y por eso salen mal”. Pero luego ha matizado y ha explicado que “hay víboras tanto rubias como morenas, pero las rubias teñidas son las peores”. Además, ha tenido la sensación de que su cita venía de una casa con dinero.
La soltera le ha contado a Nicolás que sabía hablar inglés y catalán perfectamente, y que aunque no lo pareciera era catalana de pura cepa. Él le ha confesado que sus padres son ucranianos y que de ahí su pelo y sus ojos. En el fotomatón se han dejado llevar y se han reído un montón explotando globos y perreando.
En el momento de la decisión final, ambos han tenido claro que quería seguirse conociendo y incluso, ella ha asegurado que ya lo sabían antes de haber comenzado la cena. Mariona le ha agarrado del brazo y ha mandado un mensaje a las solteras del mundo “chicas, lo siento mucho, pero me lo llevo”.