Pablo sorprende a su cita con un poema en ‘First Dates’: “No es de amor”

Pablo tiene por lema de vida el “pienso luego existo” y ha llegado a ‘First Dates’ con una Biblia en la mano y no porque sea católico sino porque se la recomendó un amigo ateo. Le gusta mucho el mundo de la literatura y le apasiona viajar. Se puso a leer las sagradas escrituras porque quiere viajar a Israel conociendo su historia. Busca a un chico educado, con cultura y con gran sentido del humor.

Gilberto, su cita, se presenta como una persona con los objetivos claros, culto y con mucha afición por el cine. Busca a una persona inteligente, culta y que tenga sed por aprender y cultivar su mente. Es cubano y lleva tan solo dos meses en Madrid. Le ha gustado mucho saber que su cita era una persona muy curiosa y ha coincidido con él saber cosas de la Biblia.

El soltero se ha interesado por el tiempo que Gilberto llevaba en España y se ha sorprendido al saber que llevaba solo unos meses y que había estado viviendo en otros países también. Además, le ha sorprendido su respuesta sobre la Biblia porque le ha respondido con un “La Biblia dice no juzgareis y yo no te voy a juzgar”. Gilberto es un hombre al que le gusta aprender cosas y Pablo ha sentido también mucha curiosidad por conocer su historia y su cultura.

Sin previo aviso, Pablo le ha dicho a Gilberto que la había escrito un poema, pero que no era de amor porque no le conocía cuando lo había escrito. El soltero ha alucinado porque nunca le había escrito y recitado un poema, pero le ha encantado. Pablo es muy detallista y ha querido que su cita le conociera un poquito mejor.

En el reservado, los dos se han dado cuenta de que les gustaba también el tema de las piedras y que ambos habían elegido una que les transmitía seguridad y calma. Se han atrevido con el juego de las Bolas del Amor, pero Pablo ha cambiado un beso largo por uno en la mejilla y uno de mariposa por un beso al aire.

Gilberto era un tipo muy interesante y agradable, pero no era el tipo de chicos que le suele atraer sexualmente, una pena porque él estaba convencido de que juntos podían no dejar de aprender.