Juan, un comensal sibarita en ‘First Dates’: Quiere almejas frescas y compra 28 piezas de fruta a la semana
Victoria, molesta con Juan: “¿Qué he perdido el tiempo? No sabe cuántos libros me he leído yo”
Juan, a Cristina: “¿Las almejas con frescas?”
Juan sabe que le queda poco de vida y busca una relación formal desde el primer momento
Victoria es una mujer coqueta y le gusta mucho cuidarse y arreglarse. Al llegar a ‘First Dates’ se ha quedado asombrada con la belleza de Elsa Anka y ella la ha visto como una “mujer radiante”. Ha tenido dos maridos y hace un año y medio le trasplantaron un riñón “ahora tengo tres”. En ciertos momentos se siente un poco sola y busca a un hombre con el pelo blanco y zapatos “que no me venga con bambas”.
Juan, su cita, tiene 72 años y considera que está bastante bien para su edad “no necesito ni pastillas ni inyecciones para el sexo”. También nos ha contado que lleva varios años practicando nudismo, pero antes de conocer nada más de él, Elsa Anka ha querido saber cómo eran sus zapatos y pasaba la criba de Victoria “tiene los zapatitos limpios, es canoso, muy bien, pero le falta medio metro”.
La cena de Victoria y Juan no ha empezado bien. A ella le ha parecido un poco innecesario que él se preocupara por saber si las almejas eran frescas o no, cuando lo que debería importarle es la compañía. Además, no le ha gustado saber que no era nada familiar y que llevaba años sin hablarse con sus hijos porque ella habla a diario y varias veces al día con sus dos hijos.
Victoria ha tenido la sensación de que primero surgía una amistad y que luego ya se vería, pero Juan le ha dejado claro que él lleva 71 años en este planeta y que no está para perder el tiempo, quiere una relación seria y formal, y la quiere ya. “Perdona, pero no”, ha sido la respuesta clara y directa de ella.
A la soltera le ha gustado saber que su cita era mecánico cómo su padre y le ha contado que ella había sido secretaria de dirección. Al escucharla, él ha querido saber cuánto le había quedado entre su jubilación y la pensión de viudedad, pero Victoria no ha querido responderle porque ella no iba a preguntando a la gente “¿Cuánta pagas tienes?”. Él le ha confesado que era un tipo muy sibarita con la comida “gasto 600€ en comida al mes” y que, sobre todo, comía fruta “compro 28 piezas a la semana, cuatro al día”. Algo que a su cita no le ha gustado saber “irá fenomenal al baño”.
Ella prefiere gastarse el dinero en salir o en ropa “si veo un vestidito mono me lo compro y luego ceno un yogurt”. Juan se ha reído al escucharla y le ha contado que él es minimalista, vive con lo justo y lleva años sin comprarse ropa.
Durante la cena han puesto música y Vicky le ha advertido a su cita que ella no sabía bailar, pero no esperaba que él le dijera que había perdido su tiempo. Ella hubiera perdido el tiempo si no supiera escribir o nunca se hubiera leído un libro, pero… ¿por bailar? Los dos estaban tratando de ser educados, pero ninguna de los dos estaba sintiendo nada especial y querían que la cita se terminara.
En el momento de la decisión final, Victoria ha intentado ser educada y le ha dicho que no tenían muchas cosas en común, pero él estaba de acuerdo con ella y le ha confesado que no había sentido las cosquillas que necesitaba, menos mal que al menos le había hecho reír.