Iván es cocinero, pero un cocinero sin gritos ni insultos que ha vivido en China y en Filipinas. Según le ha contado a Carlos Sobera, estudió Comunicación y después decidió marcharse al País Vasco a estudiar cocina. Siempre quiso ser uno de esos españoles por el mundo y lo consiguió. Lleva un año en Madrid y está buscando a una persona con la que poder hablar de cine, arte o literatura, compartir aficiones y que no todo sea sexo.
Javier, su cita, es crítico y escritor, y todavía está alucinando porque ya ha publicado su tercer libro y tiene mucho éxito. Al ver a Iván, ha sentido que era un chico muy guapo y el gusto ha sido mutuo porque el soltero también ha sentido que le iba a gustar. Rápidamente se han puesto a hablar de sus lugares de origen, pero parece que no importa que uno viva en Madrid y otro en Barcelona porque Javier baja mucho a Madrid y han descubierto que tienen el cine en común.
Se habían gustado, pero al saber que Javier era critico de cine y que había escritos sobre el mundo LGTBI en el cine de terror, a Iván le ha gustado muchísimo más. No os decimos más que Javier ha sentido que habían “hecho match” porque Iván es un gran fan de las pelis de miedo por su madre. Incluso, han coincidido en cuál era una de sus películas preferidas.
A Iván le ha parecido estupendo que Javier fuera vegano porque él había tenido muchos clientes que lo eran en su etapa en China y le parecía un buen reto. Incluso, él está pensando en hacerse vegetariano. Respecto a sus relaciones anteriores, los dos han coincidido en que tuvieron un momento en el que pensaban que eran heterosexuales y se han reído de ellos.
Iván le ha contado que siempre había tenido relaciones cerradas, pero que en su última relación decidieron abrir la pareja y que es algo que si está muy bien hablado no le importaría volver a repetir. A Javier le ha parecido estupendo porque en este punto de su vida es la única opción que ve posible.
A Javier le gusta salir por lo menos una vez al mes y le ha comentado a su cita que este verano lo ha dado todo en las fiestas de barrio de Barcelona. Iván no ha conseguido que nadie le descubre el alma de Barcelona, pero su suerte a cambiado “yo te la enseño cuando quieras y la ciudad también”.
En el reservado, a Iván y a Javier les ha entrado la vergüenza y han abierto las bolas del amor con mucha calma. Iván ha reconocido que era muy torpe ligando, pero al saber que a Javier le gustaba que tomaran la iniciativa no ha dudado en buscar la fórmula perfecta entre un pico, un morreo y un beso picante. Entre ellos ha surgido la chispa y los dos están deseando repetir.