Alfonso no se la juega con las pastillitas azules: “Por cinco minutos de placer, yo quiero vivir”
Catalina sorprende a su cita con su profesión: “Tengo una granja de cerdos”
El plan perfecto para Catalina: “Dar un paseo por la playa y comernos un bocadillo de jamón”
Alfonso tiene un maestro del amor: “Es Arturo Fernández”
Catalina buscaba a un hombre que viera sus defectos como virtudes y se ha encontrado con Alfonso, un hombre al que le ha gustado todo de ella y que está deseando pasear con ella de la mano por las playas murcianas.
A Catalina el amor le ha tratado muy bien y tiene una vida interesantísima. Trabaja de granjera y se quedó viuda hace 17 años. Después tuvo una pareja, pero se terminó. Si surge, le encantaría encontrar a un hombre cariñoso, que esté por ella, que decida, que no mienta y que sobre todo, esté por ella “que mis defectos sean virtudes para él”. Lo del pelo de la igual porque “eso se acaba”.
Alfonso, su cita, tiene claro que a él se le gana por el cariño y sabe que el cariño está hasta en un guiño de patatas. Tiene claro que una mujer es lo mejor del mundo y al ver a Cati le han temblado las piernas “he dicho ‘esta mujer es mucho barco mí’, pero vamos a tirar para adelante”. Al saber que era de Murcia y él de Cartagena, le ha extrañado que se le hubiera pasado una belleza como Catalina y le ha dicho que él es de la vieja usanza “mi maestro es Arturo Fernández”.
Los solteros han comenzado la cena hablando de sus vidas sentimentales y han descubierto que ambos eran de relaciones serias y hacía muchos años que habían roto sus primeros matrimonios. Alfonso le ha dicho que tenía la autoestima muy alta y que era muy enamoradizo “me das un poco de cariño y muevo el rabo”. A ella eso le ha gustado mucho porque le ha dicho que era un hombre agradecido y a él le ha encantado saber que ella era feliz comiéndose un bocata de jamón en la orilla del mar.
Alfonso no se ha sorprendido al saber que Catalina tenía una granja de cerdos y al contrario, lo ha valorado muchísimo porque en ese sector hay mucho machismo. Ella ha querido saber a qué dedicaba él su tiempo libre y al saber que paseaba por el colesterol y la tensión alta, ha querido saber si se tomaba las pastillitas azules. Él le ha dicho que alguna se había tomado, pero que el médico se lo desaconsejaba y que el prefería vivir a tener cinco minutos de placer. “Quien te quiera te va a querer así”, ha asegurado contando con la razón de su cita.
Son de Murcia, se gustan, son campechanos y un poquito fogosos… Catalina y Alfonso no tenían nada que perder y han tenido claro que tenían que seguirse conociendo fuera de ‘First Dates’. No todos los días pasa alguien así por tu vida y su segunda cita ya ha comenzado.