A lo largo de su cita, Marina y Andrés han descubierto que son varias las cosas que les pueden unir pero también las que pueden provocar el efecto totalmente contrario. Pero su conversación ha llegado a un punto de no retorno para ella.
“Yo soy muy delicado para comer”, soltaba de pronto Andrés para sorpresa de Marina, que aseguraba ser todo lo contrario. “A mí me gusta todo”, decía.
Pero por si esa declaración fuera poco, Andrés ha seguido hablando de los problemas que tiene que comer ciertos alimentos: “A mí la verdurita como que no me hace mucha ‘ilu’. Me gusta triturada, lo que no me gusta es la textura en la boca”.
Lo mismo le pasa con la fruta: “Si cruje, no”. Marina no podía creer lo que estaba escuchando y se llevaba las manos a la cabeza. La sevillana comentaba lo que había ocurrido con el equipo del programa: “Que no coma verdura ni fruta que cruja me parece un poquito infantil”.