Mari tiene claro que su pareja tendrá una ganancia del 100% porque ella es una mujer estupenda. No ha tenido suerte en el amor y está buscando a un hombre aventurero, fiel y sobre todo, que conecte con sus hijos, que es lo más importante para ella. Elías, su cita, no tiene hijos, pero sí coches “yo les digo a mis amigos ‘tus hijos llevan brackets y Nikes, los míos tienen otros gastos”.
Le suelen decir que parece pijo, pero él es un currante y asegura que todo lo que tiene se lo ha ganado con su esfuerzo. Carlos Sobera ha querido saber si a Mari le gustaría ir en Audio o en TT y ella le ha dicho que sí. Él se ha quedado impactado con escote y ha querido saber de dónde era. Ella sin embargo, es una mujer de primera impresiones y no ha sentido el ¡Wow! que esperaba “más bien todo lo contrario”.
La cita ha comenzado hablando de sus profesiones y Elías ha sentido que se había equivocado al pensar que Mari era “una lagarta”, le ha transmitido que era una buena mujer. Respecto a sus relaciones anteriores, Elías le ha contado que no tenía hijos porque no vinieron en su matrimonio de tres años, pero que no le importaba que sus parejas tuvieran hijos porque se solía hacer amigo suyo muy rápidamente. Eso a ella no le ha gustado porque ya tiene dos hijos y lo que busca es un hombre que le aporte y no un tercero.
Al servirles el segundo plato, Mari ha querido saber si a Elías le gustaba el sushi y él le ha contado que era un poco bruto para ciertas cosas porque era de pueblo. Ella se ha sorprendido porque había pensado todo lo contrario. También ha querido saber si le gustaban los deportes de riesgo porque estaba buscando a alguien para que saltara con ella desde un puente antes de finales de año y él le ha dejado claro que se había equivocado de persona.
Entre ellos había muy buen rollo y Mari ha tenido claro que Elías era un buen tipo, pero al verle no ha sentido lo que ella esperaba y eso no le ha dejado terminar de descubrirle. Respecto a lo que buscaban en una relación, Mari y Elías han vuelto a coincidir y ha tenido claro que su pareja les tiene que llenar el corazón lo primero.
También han hablado del escote de ella y de lo que a los dos les gustaba arreglarse y prepararse para lucir bellos. Su cita ha sido estupenda, pero los dos han tenido claro que no eran lo que estaban buscando. Ninguno ha sentido al verse el flechazo que estaban esperando y haber congeniado personalmente, no les ha parecido suficiente para seguirse conociendo.