Siro y Sole llevan muchos años de soledad y aunque, ya están acostumbrado, quieren encontrar a alguien especial con quien disfrutar de la vida. Durante su cita se han encontrado con algunos obstáculos como el tema de la caza, pero han descubierto a “una buena persona”.
Enfadar a Siro es casi una misión imposible porque es un tipo con mucho talente y humor. Le gustan las mujeres hermosas, guapas y sobre todo, con sentido del humor. María Soledad, su cita, ha entrado sonriente y encantada de conocer a Carlos Sobera “qué alto, qué guapo, qué todo…” y nos ha contado que en 30 años no se ha enamorado. Se divorció con 39 años y al no encontrar lo que quería “seguía enamorada de mi marido” decidió no buscar más.
Está buscando a un hombre que sea transparente como ella, dice todo lo que piensa, y si es posible con el físico del presentador de ‘First Dates’. Al conocer a Siro, se han saludado muy educadamente y a él le ha gustado muchísimo nada más verla. Ella le ha confesado que estaba muy nerviosa y que la idea de que viniera al programa había sido de su hijo y su nuera.
Siro le ha explicado Sole que era un hombre de pocas palabras, pero que, si ella sacaba la conversación, él la seguía. La soltera le ha preguntado por su estado civil y que tenia dos hijos. Sole le ha contado que tenía una perrita y ha querido saber si a él le gustaban los animales. Siro le ha dicho que le gustaban mucho los animales, pero que había sido cazador muchos años. Al escucharle, a Sole se le ha hecho un nudo en el estómago y no ha podido entender que alguien hiciera algo así.
Su familia es “la familia de los perros” y ha sentido que su relación con Siro iba a ser imposible. Eso sí, él le ha contado que le gustaban los animales, que le regaló dos gatitos a sus nietas y que no tiene mascotas porque hay que cuidarlos como si fueran hijos, y para viajar hay que dejarlos con alguien.
Sole le ha contado que vive en Aranjuez y se ha asustado al saber que Siro vivía en una casa en mitad del campo. Ella es una mujer de ciudad y ha sentido que sin ver a gentes se moriría de pena. Él, sin embargo, no tiene ningún problema con la soledad y se siente casi un ermitaño.
Respecto a cómo son en una relación, Siro y Sole han estado de acuerdo en que habían sido muy apasionados, pero que la edad no perdonaba. Él lleva bien envejecer, pero ella se toma muy mal cuando le duelen las cosas de la artrosis. Los dos han estado de acuerdo en que habían conocido a una buena persona y que querían seguir descubriéndose un poquito más.