Iovis tiene 22 años y su vida no ha sido nada fácil. De pequeña, estuvo en un centro de menores por problemas familiares y sus cuatro relaciones no fueron bien porque le pusieron los cuernos.
Acude al restaurante del amor para acabar con la mala racha y en su cita ha cenado con Andrés, un chico de 24 años, muy familiar y con un físico que ha llamado mucho la atención de Iovis.
Los dos han tenido un encuentro en el que ha habido mucha complicidad y en el que se han dado cuenta de que buscaban el mismo modelo de pareja. Ella afirma que no es celosa y que prefiere hablar las cosas antes de que vayan a más, algo que él comparte.
El momento más íntimo de su cita ha tenido lugar en el reservado, donde han abierto un papel que les decía que se tenían que dar “un beso sexy”. Nada más verlo, Andrés se ha negado a darlo: “Es algo que haría en una segunda cita. En la primera prefiero conocer a la persona, pero te lo puedo dar en la mejilla”.
Después de ese tierno beso, ambos han tenido que tomar una decisión y ambos lo han tenido bastante claro. Ella ha estado muy segura al decir que quería volver a verlo y él, también: “Me ha gustado mucho todo lo que has dicho y me has transmitido”, ha dicho él.