Lucía alucina con el último libro que ha leído su cita en ‘First Dates’: “¿Ocho mil refranes?”

  • Julián lleva solo tres meses solteros y se ha comprado una moto para superar su ruptura

  • Lucía y Julián se presentan hablando de sus signos zodiacales: “50 años, Sagitario”

  • Lucía cree que Julián no está listo para buscar el amor: “Tres meses es muy poco tiempo”

Julián hace tan solo tres meses que rompió su matrimonio de 25 años y siente que tras llorar mucho está preparado para volver a enamorarse, pero su cita ha sentido que no estaba lista para el amor y no ha terminado de entender por qué se había leído un libro de ocho mil refranes.

A Carlos Sobera le ha llamado la atención la camisa de Julián y ha tenido la sensación de que era un hombre moderno. Él se ha confirmado y ha reconocido que ha sido bastante ligón “mi cara les da morbo, mi personalidad también”. Es un tipo divertido y bailongo que ha estado toda la vida trabajando en el quiosco de sus padres y ha aprovechado los ratos muertos para leer muchísimo. Es padre de dos hijos y hace tres meses que está solo. Asegura que la pandemia le separó de su anterior pareja y quiere volver a buscar el amor por la puerta grande.

Está buscando a una persona con valores, divertida, que le guste viajar, hacer deporte… Lucía, su cita, se encuentra en un despertar espiritual “nuestras almas vienen a vivir varias vidas y en cada una de ellas venimos a vivir una cosa distinta en nuestros cuerpos”. Al verla, Julián ha sentido que era una mujer muy atractiva y se ha presentado como “Julián, 50 años, Sagitario”. Ella se ha reído y le ha dicho “47, Tauro, soy cabezona”, y él le ha dicho que le constaba porque era un gran seguidor del mundo de los signos zodiacales.

Julián y Lucía han comenzado a conocerse hablando de deportes. Él le ha contado que practica baloncesto, natación, aquagym, pilates y bicicleta de paseo. Ella no tiene casi tiempo para hacer deporte, pero cuando puede se da un paseíto o sale a correr. Él le ha contado que tiene una gran afición por la lectura, pero a ella le ha sorprendido que él último libro que se había leído era uno de 8.000 refranes.

Lucía está muy metida en el tema del reiki y eso le está ayudando a aprender a quererse y valorarse por encima de todas las cosas. Antes era una mujer emocionalmente dependiente y ahora sabe que si alguien está en su camino estupendo y que si no comparte sus metas es que tiene que tomar otro camino.

La soltera el ha contado que ha estado diez años casada y que ya lleva casi ocho soltera. Julián lleva solo tres meses soltero tras una relación de 25 años con la que era la mujer de su vida. Al saberlo, Lucía ha tenido claro que por mucho que hubiera llorado no era tiempo suficiente para superar una relación de tanto tiempo. Él le ha contado que le habían hecho pasar página de golpe y que tras llorar tenía fuerzas para mirar el futuro con mucha ilusión, pero quizás comprarse una moto no es la única cosa que se necesita para pasar página.

Lucía le ha aconsejado a Julián que más que auto animarse, lo que tenía que hacer era quererse así mismo, y le ha dicho que todos somos de estar en pareja, pero que también hay que saber con quién. Él ha sentido que era una mujer con grandes valores y algunos similares a los suyos como es el tema de la familia.

En el momento de la decisión final, Julián ha tenido claro que quería seguir conociendo a Lucía porque le habían gustado muchos sus valores, pero ella le ha dicho que no quería una segunda cita porque no había encontrado cosas que realmente les unieran y porque pensaba que tres meses no son suficientes para superar una relación con tanto sentimiento como él tenía por esa mujer. Una reflexión ante la que él ha dicho que podía tener razón.