Estefanía, ante los excesivos piropos de su cita en ‘First Dates’: “Casi me da las gracias por existir”
Jorge alucina con la belleza de su cita: “Me has alegrado la vista”
Jorge no para de piropear a su cita de ‘First Dates’ durante toda la cena: “Sé que soy un zalamero”
Estefanía, abrumada por tanto piropo: “No me esperaba tanta intensidad”
Jorge ha sentido que Estefanía podía ser la mujer de su vida nada más verla cruzar la puerta de ‘First Dates’ y en lugar de intentar conocerla, se ha pasado toda la cita repitiéndole lo guapa que era y diciéndole que estaba enamorado de su sonrisa constante.
Jorge se siente “un buen partido, tengo un físico, tengo unos ojos azules…”. Le ha gustado mucho que Matías le llamara Jorge en italiano, pero cuando el camarero le ha dicho “Bambino, ¿Qué te pongo?”, él le ha respondido con un “vino, no, no”. Jorge tiene la sensación de que tiene un problema porque cuando se enamora lo da todo y no recibe nada a cambio, pero él no está dispuesto a cambiar porque en el amor manda el corazón.
Busca a una chica cariñosa y que sea ella misma “que tire para delante”, y valiente. Físicamente, le gustan con volúmenes, unos buenos pechos “me encantan” y más bajita que él. Estefanía, su cita, es una joven muy coqueta y su familia le dice que es un poco Kardashian “me gusta un brillo”. Al verla, Jorge se ha sorprendido y no ha dudado en decirle que era preciosa.
Estefanía le ha preguntado a Jorge por su viaje hasta Madrid y él ha pensado que le estaba hablando de la distancia que separaba Valencia de Alicante y le ha dicho que la distancia no importa que solo importa ella. La soltera se ha sentido un poco cohibida con tanta intensidad e interés y le ha pedido que fuera un poquito más despacio.
Sentados en la mesa, Jorge le ha contado a Estefanía que vivía en Alcoy y que tenía una empresa textil. Respecto a sus relaciones pasadas, le ha dicho que había tenido una relación muy larga, que era divorcio, que tenía la nulidad eclesiástica porque se quería volver a casar y que era padre de un hijo. También le ha contado que está buscando una relación seria y de convivencia.
La soltera ha sentido que Jorge iba demasiado rápido y que estaba buscando como loco que la relación avanzara a pasos agigantados. Él se ha dado cuenta de que algo estaba fallando y le ha dado la razón cuando ella le ha dicho que era muy zalamero y le decía lo mismo a todo el mundo.
Jorge estaba encantado y no ha parado de repetirle a Estefanía que le gustaba muchísimo, ella estaba un poco cortada, pero ha intentado contarle cuáles eran las cosas que le gustaban y han coincidido en que les apasionaba la velocidad y las motos de agua y de carretera. Jorge tiene de las dos y le ha invitado a subirse con él cuando ella quiera.
“Para, para que mi corazón va a mil”, “Me tienes enamorado”… Jorge estaba muy venido arriba y Estefanía cada vez se le creía menos “No me lo esperaba así, tan intenso”. Al ver que la cita llegaba a su final, Jorge ha pisado más el acelerador, todavía, y le ha llegado a dar las gracias hasta por existir “me has alegrado la vista”.
Estefanía no podía dejar de reírse y no podía creer que alguien fuera tan sumamente zalamero como lo era Jorge, pero era real lo que estaba viviendo. Él le ha dicho que quería seguir conociéndola, pero ella le ha dicho que tenía muy claro lo que estaba buscando y que no lo había encontrado en él. Eso sí, podían quedar para dar un paseo en moto.