Mirtha, sobre su sexualidad: “Soy un mechero, muy cachonda”

La primera vez que Jorge visitó ‘First Dates’ salió con una chica en brazos del restaurante, encontró el amor, pero según le ha contado a Carlos Sobera, la cosa se fue enfriando poco a poco. Está buscando a una mujer emprendedora y si es posible que no pare de sonreír, y que tenga hijos como él para que le entienda.

Mirtha no sintió la atracción que esperaba por su primera cita en ‘First Dates’ “me gustan más altos y con pelo”. En este tiempo no ha conocido a nadie y tiene la sensación de que en el amor le ha ido fatal. No pide mucho, busca a un chico alegre, simpático, guapete y con ganas de enamorarse. Carlos Sobera le ha enseñado la foto de Jorge y ella se ha sorprendido porque nunca había estado con un rubio.

Al verse, los dos se han sorprendido porque a Mirtha le gustan los morenos, pero le ha tocado un rubio y “vaya rubio”. Rápidamente ha comenzado a conocerse y Mirtha le ha contado que era de Huelva, él ha sentido que podía encajar porque él estaba a caballo entre Málaga y Madrid por motivos laborales, pero cuando se ha enterado de que está viviendo en Bilbao se ha asustado un poco “pero bueno, si eres azafata podrás volar gratis a verme”.

Respecto a sus relaciones anteriores, Jorge le ha dicho que había tenido una relación más seria y que tenía un hijo, algo que a ella el ha encantado “este es para mí”. Y es que Mirtha estaba deseando conocer a un rubio y Jorge le estaba encantado, le veía guapísimo. Él ha sentido que había triunfado, pero la cita no había hecho más que comenzar.

Mirtha estaba encantada con la belleza de Jorge y no ha parado de decírselo. Le ha contado que hacía 8 meses que había dejado su última relación y que tenía un bebé de 10 meses. Él se ha sorprendido de que tuviera ese cuerpazo estando todavía de postparto y ella se lo ha reconocido “tengo tipazo”.

Respecto al sexo, ella le ha dicho que era muy fogosa “soy un mechero, muy cachonda”. Incluso, le ha dicho que no le gustaba salir de fiesta y que prefería quedarse en casa haciendo cosas malas del tipo “tras tras por detrás y los vecinos llamando”. 

Mirtha y Jorge han llegado al reservado con muchas ganas, pero a ella le ha entrado la vergüenza cuando ha visto que su cita se colocaba el antifaz y se preparaba para la acción. Sus frases provocativas con se correspondían con su repentina timidez, pero al final Jorge ha terminado dándole un besito y un mordisquito.

Los dos se han gustado mucho y estaban deseando continuar su cita sin cámaras y tomando un vino por las calles de Madrid.