Pablo sueña con tener su propia banda de rock and roll y siente que Gijón se le queda pequeño para cumplir todos sus sueños. A Miriam no se le queda pequeña su ciudad, pero sí sueña con lo mismo que Pablo. Con mucho respeto el joven ha explicado que en su ciudad hay demasiada gente mayor.

“En Gijón no hay una mujer aceptable que quiera nada conmigo”, ha asegurado entre risas, Pablo, un joven de 20 años que canta y toca la guitarra, pero que todavía no ha encontrado al resto de los músicos para formar una banda de rock and roll. Siente que su ciudad se le queda pequeña y espera conocer mucho más fuera de ella. Busca una chica romántica y asegura que es buena gente y que cuando alguien le interesa, se implica al máximo.

A Miriam, su cita, no le gustan nada los chicos tóxicos y no quiere nada de celos en su vida. Para ella es fundamental que a su pareja le guste la música y si le preguntas por su chico ideal te menciona a Axl Rose y Bon Jovi. Al escucharla, Carlos Sobera le ha dicho que le iba a presentar al segundo y a ella le ha hecho mucha ilusión. Eso sí, cuando ha visto a Pablo ha sentido que era guapo, pero no tanto como el cantante.

Rápidamente se han puesto a hablar de música y han coincidido en que les gusta mucho la música de los 80 y 90 y que no es común encontrar a alguien a quién también le guste. Pablo ha querido saber de dónde era su cita y ella le ha explicado que era de Girona y que le costaba hablar castellano porque solía hablar siempre en catalán.

Pablo le ha contado que él es de Gijón y antes de pronunciarse ha pedido perdón, pero le ha dejado claro que en su ciudad no hay nada que hacer, que es el sitio perfecto si no te gusta socializar y que la gente es muy mayor “Sales a la calle y parece que estás rodeado de robots”. Miriam le ha entendido y le ha contado que su sueño es tener un grupo de música, un sueño que tienen en común.

Pablo y Miriam también han tenido en común que no les había ido bien en el amor. Los dos se lo toman muy en serio y se entregan más que las parejas que han encontrado. Respecto a sus tatuajes él le ha dicho que tenía alguno sin ningún significado y ella le ha dicho que el que tenía en su muñeca era por su ex. Miriam ha querido saber qué pensaba Pablo de que se llevara bien con su ex y él le ha dicho que era lo mas normal, que no entendía como la gente podía cortar de forma radical con alguien a quién había querido muchísimo.

Además, tiene claro que los celos no son buenos en una pareja y que no deberían existir. Ninguno de los dos está buscando una pareja desesperadamente, pero se han dado cuenta de que juntos se sentía muy bien y que, aunque no tuvieran tantas cosas en común, también se hubieran gustado. Pablo le ha contado que no descarta lo de casarse y tener hijos, pero que tiene que estar muy seguro porque viene de padres separados y no quiere algo así. Incluso, le ha contado que sus abuelos casi se divorcian por motivos políticos “mi abuelo es de Vox y mi abuela del PP”.

En el momento de la decisión final, Miriam le ha dicho a Pablo que iba a tener que aprender a hablar catalán y todo apuntaba a que iban a repetir. Pablo ha dicho que sí quería tener una segunda cita con Miriam, pero se ha puesto nervioso y no le han terminado de salir los motivos. Ha pedido tiempo para pensárselo, pero al final le ha entrado un ataque de risa.