Macarena confunde al presentador de ‘First Dates’: “¿Eres Karlos Arguiñano?”

  • Macarena solo ve un programa de televisión: “No salgo de ‘Mujeres y hombres’”

  • Carlos Sobera alucina al escuchar a Macarena: “Hace dos años que no emiten ese programa”

  • Macarena, al saber que su cita es agnóstico: “¿Esa palabra existe?”

Macarena ha venido a ‘First Dates’ en busca de un chico malote y se han encontrado con un cachito de pan. Pero antes de conocer a su cita, la soltera ha descubierto que Carlos Sobera no es la misma persona que Karlos Arguiñano y que su programa favorito ya no es emite en televisión.

Macarena es una joven andaluza que ha estado viviendo 9 años en Manchester y que está muy orgullosa de su C1 de inglés. Le ha pedido ha Matías un mojito y se ha sorprendido al saber que le llamaban “el maestro mojitero”. Ha sentido que el presentador le sonaba de algo y le ha soltado un “¿Eres Carlos Arguiñano?”. Sobera se ha sorprendido ante la pregunta de la soltera y ha querido saber si no veía la televisión.

Por motivos laborales, Macarena viaja mucho fuera de España y asegura que “de ‘Mujeres y hombres’ no salgo”, Carlos Sobera se ha echado las manos a la cabeza y le ha recordado que ese programa hace dos años que no se emite en televisión. Es cocinera, pero últimamente está trabajando en la recepción de un hotel. Es gitana y tiene la sensación de que se le nota en los ojos y en el arte que tiene “yo soy una gitana muy moderna, yo viajo, yo sé inglés, yo si tengo que trabajar, trabajo”.

Carlos Sobera estaba impresionado con ella y ha querido hacerle la última pregunta. Macarena tiene claro que quiere a un chico educado, simpático, cariñoso… pero también con su punto de malote y un toque de chulería.

Jorge, su cita, es un tipo muy nervioso que al principio es introvertido, pero que cuando toma confianza se pasa de extrovertido y a veces dice cosas que no debe. Al verle, Carlos Sobera ha querido sabe si sabía quién es y él le ha dicho que por supuesto “El mítico Carlos Sobera”. El presentador ha respirado tranquilo y ha querido saber si era un poco chulo porque a su cita le gustaban chulitos, él ha dicho que no, pero que si había que serlo, se era.

Macarena le ha parecido una chica guapísima y se ha puesto mucho más nervioso. A ella también le ha gustado su rollito y ha intentado tranquilizarle porque le ha visto temblar y ella también se estaba poniendo muy nerviosa.

Ya sentados en la mesa, Macarena le ha contado que solo había tenido una relación de dos años con un chico que terminó siendo su padrino porque se bautizó de mayor porque sus padres no le quisieron bautizar de pequeña. Jorge se ha sorprendido al saber que su cita era gitana y le ha dicho que no se le notaba nada. Ella lo ha entendido porque “antes era chopija, pero ahora era mucho más pija”.

Jorge no ha sentido que su cita fuera pija, más bien lo contrario y es que él ha conocido a pijas que llevaban el perro en el bolso. Macarena ha querido saber si su cita era católico, pero Jorge le ha contado que creía que había algo, pero no sabía muy bien cómo explicarlo “creo que soy agnóstico”. Macarena se ha sorprendido “¿Eso existe?”, él le ha dicho que creía que sí, pero que no estaba seguro de haberse marcado un triple “igual es un animal y la he cagado” y ella ha sentido que igual iba a quedar como “la gitana inculta”.

La soltera ha querido saber qué había pensado Jorge al verla y él le ha respondido con un “¡Olé!”, algo le ha dicho que era andaluza y él quería conocer a una chica andaluza. Ella ha tenido la sensación de que su cita era un tipo honesto, pero que ocultaba algo y ha seguido preguntando. Para ella el terreno sexual es muy importante y se ha quedado fría con la respuesta de su cita. Eso de que le cuesta arrancar y que con uno por la mañana ya está listo para todo el día, no le ha terminado de convencer. Ella es muy picarona y necesita por lo menos dos al día.

Jorge, en el reservado: “Me he tirado a la piscina y no había agua”

En el reservado, Macarena ha intentado enseñar a bailar a Jorge, pero rápidamente él ha perdido el ritmo. Ella ha jugado a hacerse la interesante diciéndole que no le gustaban los besos robados y ha tenido la sensación de que él no tenía picardía ninguna. Sin embargo, el joven sabía que era el momento de lanzarse a la piscina y lo ha hecho.

Él ha dejado claro que quiere repetir, pero ella le ha dicho que quiere repetir pero como amigos porque se lo había pasado genial, pero era demasiado bueno para ella “me ha faltado el punto malote”.