Adán ha venido a ‘First Dates’ en busca de una mujer que entendiera que le encantan los animales y convive con dos perros, un pato, un gato y un agaporni, y se ha encontrado con una mujer que no ve películas de miedo, pero que ha tenido hasta un cerdo.

Adán es nutricionista y tiene claro que necesita cuidar su imagen porque es lo que ven de él  en su negocio. En el amor busca a una chica que compagine con él, no busca nada concreto porque puede dejar de lado el físico de un lado si la chica es simpática y cariñosa con él “si eres muy guapa y eres borde, me interesas menos tres”. Entre sus aficiones está la música y el deporte, pero su pasión son los animales, quería haberse traído a su pato y en casa tiene perros, un gato y ha tenido serpiente y rana “me estoy creando mi propia arca”. Solo le falta tener un cerdo, pero le da pereza porque luego pesan mucho y no sabe dónde meterlo.

Sandra, su cita, fue madre con 22 años y su vida le cambió de forma radical. Le gustaría estar más delgada y asegura que eso le hace estar menos segura de lo que le gustaría. Al llegar, Adán la ha visto como una chica mona, pero al ver que se pedía una cerveza, le ha gustado un poco menos. Él no bebe nada y no le gusta la gente que sí lo hace. Pero ha comenzado a conocer más de ella. Sandra le ha contado que trabaja en el cole de su peque de monitora.

La cena de Adán y Sandra ha comenzado hablando del alcohol, él le ha dicho que no bebía nada y que había tenido la sensación de que ella se ponía “fina filipina”, pero Sandra le ha dicho que no solía beber casi y que salir de fiesta tampoco era lo suyo. Respecto a la música que les gusta, Sandra le ha confesado que lo suyo es el flamenco y Adán puede escuchar una de Camarón, pero en la segunda baja el volumen “ya le he escuchado quejarse demasiado”.

A Sandra le gusta ir al cine y ver series con su hijo, pero cuando Adán le ha preguntado por su película de terror preferida, ella le ha dicho que no era mucho de pelis de miedo. También le ha contado que había sufrido ansiedad y él no ha terminado de entender que le produjera ansiedad subirse en el transporte público, pero eso es algo que uno no elige.

Respecto a los animales, Sandra le ha contado que tenía una tortuga, pero que había tenido un cerdo “me dijeron que era min pig, pero no lo era”. Adán ha flipado porque él pensaba que era moderno teniendo un pato, pero su cita le ha ganado por goleada.

En el momento de la decisión final, ambos se han dado un sí a una segunda cita para seguirse conociendo un poquito mejor. Él ha querido saber qué había pedido Sandra y ha resultado que él tenía todo lo que estaba buscando, hasta sus labios que es uno de las cosas en las que ella primero se fija.