Manuel tiene un pasado turbio, según él, en el terreno sentimental y lleva 6 años en busca de una mujer que le haga sentar la cabeza, pero no la ha encontrado. Inma es una mujer de armas tomar que aunque no tiene el físico que el sevillano esperaba, sí el carácter que le puede enamorar. Aunque en el tema sexual parece que van a encontrarse con algún impedimento o persona de más.
“Entretenidísima, he probado mucho menú”, así ha definido Manuel su vida amorosa a Carlos Sobera. El presentador ha bromeado con la idea de que su bonito físico le resultara un inconveniente y él le ha dicho que sí. Tiene la sensación de que las chicas no se fían de él y menos cuando descubren su pasado “un poquito conflictivo”. Ha sido stripper durante muchos años y es para una relación puede ser un trabajo de riesgo “es imposible echarte pareja, me etiquen de golfo y vividor, pero yo estoy ahora en otra fase de mi vida”.
Busca una relación abierta, pero no hacía otras personas, quiere una relación abierta de cada uno en su casa, nos vemos, lo pasamos bien y ya está. Asegura que en las primeras citas no suele abrirse mucho para no asustar. Busca a una chica que se cuide y sobre todo, que sea abierta de mente “muy abierta”.
A Inma, su cita, le pone mucho la adrenalina y aunque se la vea chiquita asegura tener “más cojones que el caballo de Espartero”. Al verla, Manuel se ha llevado una buena impresión porque la ha visto muy sonriente y ella ha sentido que él era “un tipo muy saludable, musculado y trabajado”. La cosa no ha empezado mal.
Inma le ha contado a Manuel que es de relaciones largas y un poquito chapada a la antigua en las relaciones. Tiene una hija de 8 años y no mete a cualquiera en su casa. A él le ha parecido estupendo porque se le dan mejor las relaciones abiertas de cada uno en su casa y darlo todo cuando se ven. Eso sí, a ella le ha dado la sensación de que Manuel ligaba mucho a pesar de llevar 6 años sin pareja y a él no le ha gustado que ella no fuera al gimnasio “me gustan las chicas que se cuidan y no es el caso”.
A Inma no le gusta el gimnasio, pero sí los deportes al aire libre y a Manuel le ha encantado saber que un sábado cualquier le podía proponer tirarse en paracaídas o ir a visitar una cueva escondida. A él le encantan los planes en la naturaleza y aunque es dormilón, no le importa madrugar para vivir una aventura. También han coincidido en el tema de los viajes, a los dos les gusta mucho, pero no les gustan los viajes convencionales.
Jugando al Rasca del Amor, Manuel ha sentido que él podía estar más experimentado en el tema de los tríos sexuales, pero Inma le ha dejado cortado rápidamente. Ella ha querido saber cómo reaccionaría él si le propusiera tener un trío con ella y otro hombre, y la cara del soltero ha cambiado por completo. Él está encantado de practicar sexo con dos chicas o con una chica y un colega que no le roce, pero eso de que le meta mano un hombre ya es otra cosa muy distinta.
Inma no lo ha entendido y cree que es puro egoísmo, pero ha pasado un tupido velo y le ha confesado que su fantasía sexual seria hacerlo con una botella de oxigeno y en una cueva bajo el mar. Un reto que a Manuel le ha encantado. Ella tiene la sensación de que no encuentra rollete como el resto de sus amigas y él ha sido muy claro “¿Yo podría ser tu rollito de una noche?”.
En el momento de la decisión final, Inma le ha dicho que sí le quería seguir descubriendo y Manuel le ha confesado que había puesto en la balanza los pros y los contras, y habían ganados los pros. Por una vez ha dejado de lado los críterios que siempre tiene y que no le han funcionado en el amor.