Lluvia pone una silla para que su padre fallecido sea testigo de su cita en ‘First Dates’: “Es para no incomodarle”
Olalla deja un detallito para su cita en ‘First Dates’: “Unas gotitas para que pruebes mi sangre”
Lluvia y Olalla gritan de miedo ante el terrorífico final de su cita: “Se me ha caído un colmillo”
Lluvia, al saber que Olalla quiere tener sexo en un cementerio: “Hay que hablarlo con los espíritus”
Olalla ha venido a ‘First Dates’ en busca de una cita terrorífica en la que encontrar un vampiro que le chupara la sangre y ha cenado con una terrorífica vampira y con su padre muerto. Sí, Lluvia ha sentido que su padre estaba con ellas y le ha puesto una silla para que estuviera cómodo.
Olalla, ha entrado en ‘First Dates’ pidiéndole a Matías lo más sangriento que tuviera porque le gusta la sangre. Es algo que le da morbo y asegura saber a qué sabe “La sangre todo el mundo sabe que sabe a paté”. “Me gustan mucho los vampiros, son muy eróticos”, le ha contado a Carlos Sobera antes de explicarle que esta experimentando el poliamor y tiene un vínulo con un chico que también tiene su relación poliamorosa. Si es un chico su cita, le gustaría que tuviera la estética muy gótica y con el pelo largo, pero si es una mujer, le da un poco igual porque no se suele fijar en su físico.
Lluvia, su cita, es una “gótica alternativa victoriana” que se ha encontrado con una nota de Olalla en la que le decía que le dejaba unas gotitas de su sangre para que la probara. A ella le ha parecido estupendo “el sabor a hierro me gusta” y nos ha confesado que le pone la sensación de matar a alguien y el color rojo de una sangre simulada… ¡Terrorífico!
Al verse, las dos han tenido muy buena sensación y Olalla ha sonreído al saber que a Lluvia le había encantado su sangre. Lluvia le ha contado a su cita que pensaba que iba a cenar con un hombre porque no suele tener suerte con las mujeres. Olalla le ha confesado que a ella le pasaba igual y le ha preguntado por el tipo de relación que le gustaba. Al saber que estaba abierta a todo, se ha llevado una grata sorpresa, pero no le ha confesado que ella ya tenía un vínculo.
Ante la pregunta “¿Te consideras sexual?”, Lluvia le ha dicho que sí, pero que iba por momentos “hay días que soy más de mimitos, una peli y manta”. Olalla estaba encantada con ella y no ha dudado en decírselo.
Respecto al tema de los vampiros, Lluvia tiene la sensación de que son reales y que se esconden entre los mortales. En el tema de los espíritus, Lluvia ha querido saber qué pensaba su cita porque ella está convencida de que su padre se ha quedado en un limbo y está muy presente en su vida. A Olalla le ha cambiado la cara al saber que el padre de su cita fue encontrado tras llevar 4 días muerto y le incineraron. Ella siente cosas, ve cosas en sus fotos de cambian, se le cae el vaso de la mano “son sensaciones extrañas”.
Olalla ha exclamado un “¡Qué miedo!” al escucharla y justo a ella se le ha escapado la copa de mano. Lluvia le ha dicho que era muy torpe, pero en realidad ha sentido que su padre estaba allí con ellas y no ha dudado en pedirle permiso para poner una silla para que su padre estuviera cómodo presenciando la cena. Olalla estaba flipando y Lluvia le ha dicho que era un tipo homenaje, pero en realidad su padre estaba con ellas y no quería incomodarle.
Respecto al lugar más extraño en el que les gustaría mantener relaciones sexuales, Lluvia le ha dicho que tenía ganas de hacerlo en un ascensor y Olalla se ha arrepentido de confesarle que quería mantener relaciones sobre la lapida de un cementerio porque Lluvia cree en los espíritus y le ha recordado que antes habría que pedir permiso.
Lluvia, ante el terrorífico final de su cita: “Se me ha caído un colmillo del susto”
Quitando el tema del padre de Lluvia, la cita ha funcionado bien entre ambas y las dos han asegurado que tenían ganas de repetir la experiencia, lo que no podían imaginarse es que su cita iba a tener un final así… “Se me ha caído un colmillo del susto”.