La cita de Amelia y Enrique salta por los aires en la primera frase: “Lo de mulata no me ha gustado nada”
Amelia se siente muy incómoda cuando su cita la llama mulata y pierde todo el interés por él: “Es una falta de respeto”
Enrique se viene arriba con el tema sexual: “Yo soy de 5 o 6 al día y no me siguen el ritmo”
El mayor placer para Enrique: “Bañarme en pelotas en un río”
Enrique ha venido a ‘First Dates’ en busca de una mujer que le cuidara y le diera su espacio a partes iguales, y la podía haber encontrado, pero una de sus palabras ha molestado muchísimo a su cita nada más comenzar la cena y Amelia ha perdido todo su interés.
Enrique es un tipo que no cree en las medias naranjas y sí en las naranjas enteras, que no bebé alcohol porque apuesta por una vida sana “me quita energía” y al que le encanta la bici de montaña, un paseo por la naturaleza o el gimnasio “bañarme en pelotas en un río yo solo, es de lo mejor que me puede pasar en la vida”.
En su círculo más cercano le dicen que es un poquito cabra loca, pero él asegura tener siempre los pies en la tierra y estar mucho más centrado que antes. Por las redes sociales conoce a mucha gente, pero eso no significa que vaya buscando solo sexo porque ha quedado con chicas con las que se lo ha pasado fenomenal y no han tenido sexo. No tiene un prototipo de mujer y le puede gustar igual una rubia que una pelirroja, pero sí tiene cierta predilección por las chicas morenas y de color.
Amelia, su cita, es de la República Dominicana y vino a España por su madre, quién ahora vive en Londres. Pero ella está feliz de vivir en nuestro país y no lo cambiaría por nada. Para ella el sexo es muy importante en una relación “es un doce” y asegura que le gustan los hombres españoles aunque en el terreno sexual no sean para tirar cohetes “ha algunos que saben que no son buenos en la cama, pero le ponen ganas y lo hacen bien”.
Al verla, Enrique se ha llevado una alegría porque le ha gustado mucho el tono de su piel, pero se ha quedado un poco chafado al saber que vive en Murcia porque él es de un pueblo de Bilbao. Sin embargo, Amelia le ha dicho que también ha vivido en Galicia y que por eso no había problema.
Enrique ha querido decirle a Amelia que no le había sorprendido que fuera morena porque él lo había pedido, pero le ha dicho que era “mulata” y eso a ella no le ha gustado nada. Ella se considera “una chica negra, morena”, pero no le gusta que la gente se tome la confianza de llamarle “negra” sin saber si le va a gustar y eso le ha causado bastante rechazo.
Aunque la cita no ha comenzado muy bien, poco a poco la cosa ha comenzado a fluir. A Amelia le ha parecido genial que Enrique necesitara su tiempo estando en pareja porque ella también necesita su espacio y no quiere tener a nadie encima todo el tiempo. De hecho, le ha contado que su última relación se terminó porque no tenían sexo y porque ella se sentía su criada.
Respecto al deporte, los dos también han coincidido en que les gusta machacarse en el gimnasio y que es algo fundamental en sus vidas. Cuando la gemelas les han traído la cuenta, Enrique les ha pedido unos minutitos más porque no se habían conocido casi y Amelia le ha contado que buscaba a un hombre sexualmente muy activo “yo soy de 5 o 6 al día y no me siguen el ritmo” y él se ha venido muy arriba convencido de que era ese hombre.
Ella le ha dicho que era tradicional en algunos aspectos y le ha pedido que le pagara la cena “en la lavadora no y en esto sí, vale, vale”, pero en el momento de la decisión final le ha dejado claro que no quería volver a verle. Le ha explicado que le había incomodado muchísimo que la llamara mulata y que desde ese momento había perdido cualquier tipo de interés. Él se ha justificado diciéndole que lo hacía sin mala intención y que igual le tenía que haber llamado “morenita” y eso tampoco le ha gustado nada a Amelia.