A Alejandro se le caen las verduras en ‘First Dates’ al saber que su cita tiene un local de cruising: “Hay noches que trabajo desnudo”
Carlos Sobera y Matías ponen sus cinco sentidos para saber qué es el cruising: “Eso en qué consiste”
Rafa tiene una discoteca cruising en Torremolinos: “Yo ya solo miro a las personas de cuello para arriba”
Alejandro no es de saunas ni de cruising: “Para mí es como si me llevas a un parque de atracciones”
Alejandro ha venido a ‘First Dates’ en busca de un hombre que le de tranquilidad y vidilla a partes iguales y el destino le ha puesto delante a un empresario del cruising que no ha dejado de sorprenderle y darle morbo, en dosis muy similares.
Rafa es un tipo bastante conocido en la zona de Torremolinos porque siempre ha estado dedicado a la hostelería y ahora regenta una discoteca, pero según le ha contado a Carlos Sobera y a Matías no es una discoteca al uso, es una discoteca dedicada al cruising. El presentador ha querido que le matizara el término porque no le resultaba familiar y el soltero le ha explicado que se trata de los encuentros sexuales de hombres, son encuentros esporádicos, sin ningún tipo de intercambio de información y sin aspiraciones a nada más.
Gracias a la aceptación de este tipo de encuentros, se producen de forma más controlada, higiénica y segura ya que se facilitan preservativos y otras medidas higiénicas para su realización. Rafa está cansado de este tipo de relaciones y está buscando a una pareja con la que poder compartir su vida, lleva solo 9 meses y quiere volver a enamorarse.
Alejandro, su cita, se define como un tipo muy activo que siempre está haciendo o aprendiendo algo. Está buscando algo opuesto a lo que ha tenido “que me de vida” y al ver a Rafa le ha gustado lo que ha visto “las canas le dan rollito”. Rápidamente han comenzado a conocerse y parecía que se estaban agrandando, pero en el momento ha soltado el “yo tengo una discoteca de cruising”, Alejandro “me he quedado muerto”. No se ha cerrado a nada porque todo en esta vida es conocer, pero no le ha hecho mucha gracia el oficio de su cita.
El soltero ha sentido que Rafa tenía algo que le gustaba y que le despertaba el morbo que él necesita para interesarse por algo. Le ha contado que su mejor amigo también se ha ido a vivir a Torremolinos y que él se lo estaba pensando. A Rafa le ha sorprendido que Alejandro estuviera estudiando dos carreras al mismo tiempo y que encima, bailara flamenco.
Él le ha dicho que tenia dos pies izquierdos y Alejandro se ha preocupado porque ve una relación clara entre el baile y el terreno sexual, pero Rafa le ha tranquilizado “para el flamenco, bailo bien otras cosas”. Pero sobre todo, le ha reconocido que le había hecho mucha gracia que le diera doble sentido a sus palabras.
Alejandro tiene claro que busca tranquilidad y estabilidad en una pareja “ahora mismo tiene todo el mundo un complejo de socorrista nocturno en sauna ajena que no veas”. Le ha contado a Rafa que él no entiende ni de saunas ni de cosas de esas “para mí es como si me llevas a un parque de atracciones”. Rafa le ha contado en qué consiste el mundo del cruising, que cada noche hay un código de ropa y que hay muchos días que tiene que trabajar desnudo “pero yo ya miro a la gente de cuello para arriba, para abajo ni me fijo” y ha sentido que igual podían chocar porque son de mundos muy distintos.
Sin embargo, Alejandro no lo ha visto como algo imposible y ha comparado el trabajo de su cita con alguien que tiene un puesto de chuchería y “está empachado de tanta chuche”. Rafa tenía dudas sobre la posibilidad de poder llegar a algo más, pero al saber lo que Alejandro pensaba de él en el reservado y escucharle estar dispuesto a descubrir su mundo, ha cambiado de opinión.
Se han gustado y no han necesitado decirse mucho más para querer probarse. Se han besado, se han dado un “sí” a una segunda cita y se han ido directos a conocer Madrid y un local de cruising.