Rafael no enamora a Carmen ni a ritmo de saeta en ‘First Dates’: “Ahora me dices que no a la cara”

  • Rafael sorprende a Carlos Sobera con un décimo de lotería: “El hombre que nos va a hacer ricos en amor”

  • Carmen no quiere seguir conociendo a Rafael: “Eres más bajito que yo y me gusta usar tacones”

  • Rafael, sobre la cena: “Cuando me estoy enamorando no puedo comer casi”

Rafael ha venido buscando a una mujer que fuera tan alegre como él y la ha encontrado. Carmen le ha seguido el juego, se ha puesto nerviosa con sus piropos y ha aplaudido su espectacular saeta, pero desde el principio le ha advertido que había un detalle que hacía su amor imposible: la altura.

Rafael se define como un caballero de los que ya no quedan, de los que te trae el vaso de agua o te abanica si tienes calor. Es un hombre que cuida hasta el más mínimo detalle y que nos va a hacer ricos en amor, según ha exclamado Carlos Sobera. Rafael ha venido a ‘First Dates’ con un décimo de lotería bajo el brazo para traer la suerte al equipo del programa “he comprado dos, uno para mí y otro para usted, si me toca y estoy con mi cita ya tenemos para la boda y para el crucero”.

Según le ha contado a Carlos Sobera lleva tres años viudo, pero está en su mejor momento. Se siente como un chaval de 20 años y en el terreno sexual también “a mí me ha venido de mayor”. Quiere conocer a una mujer alegre a la que también le guste el flamenco, él canta y es conocido como Rafael Pérez, el Niño del Kas (Era repartidor de refrescos de joven). Le da igual el físico porque a él le gustan las mujeres “hasta las feas tiene algo, yo soy feo, pero tengo algo que gusta”.

Carmen, su cita es “boquerona y a una gran amante de la playa”. Es una mujer muy coqueta a la que le gustan los vestidos ajustados y las trasparencias. Al verla, Rafael lo ha tenido claro “está más buena que el turrón de Alicante”. Estaba encantado con ella y no ha dudado en empezar a conocerla. Carmen no se ha mostrado entusiasmada y le ha dicho que más que guapo busca a un hombre que sea buena persona, deportista, que le guste andar… Un montón de cosas que Rafael le ha asegurado que a él le van a gustar también. Aunque medio en serio, medio en broma ha soltado un “mucho arroz para tan poco pollo”.

Rafael estaba encantado con Carmen y no ha dudado en decirle que él cuando se está enamorando como poco, algo que a ella le ha extrañado porque se había comido toda la comida “es que había solo tres, si lleva a haber seis, no me los como”, ha bromeado. Carmen estaba encantada con él o eso parecía porque se ha llegado a poner un poquito nerviosa con los piropos que su cita no dejaba de lanzarle. Respecto a la comida, ella le ha dicho que no le gustaba nada cocinar y Rafael le ha dejado claro que él se ocuparía de darle de comer todos los días.

El soltero ha querido saber si ella se había llevado una buena impresión porque él estaba muy contento y Carmen le ha dicho que había encontrado “una pequeña pega”, que no le iba a decir todavía y que habría que ir viendo si encontraba alguna más.

Rafael ha sentido curiosidad por los tatuajes de Carmen y al saber que tenía más por todo el cuerpo se ha venido arriba “se me ponen la orejas como a un burro”. Él no es muy de tatuajes, pero de Carmen le estaba gustando todo y no ha dudado en decirse recitando poemas, con piropos y con todas las formas posibles. Ella le ha dicho que le extrañaba que le dijera tantas cosas si todavía no la conocía casi y él le ha dicho que cuando te compras un coche te gusta mucho y todavía no le has probado.

Eso sí, Carmen le ha recomendado que no se tatuara su nombre ni el de ninguna otra mujer porque nunca se sabe lo que puede pasar en la vida. Rafael estaba hasta sintiendo ganas de tener cuatro ojos para poder ver a Carmen dos veces pero sobre todo, tenía ganas de cantarle. A ella le ha gustado mucho que cantara y le ha impresionado cuando se ha puesto de pie y le ha cantado una preciosa saeta con todo el alma.

“Para que ahora me digas que no a la cara”, le ha soltado Rafael a Carmen y no se estaba equivocando. Ella ya le había advertido d eque había algo que no le gustaba de él y le ha dado calabazas porque era más bajito que ella, muy gracioso, pero bajito. Él le ha dicho que no habría problema por eso y ha querido hasta que compararan sus alturas, pero Carmen ha tenido claro que ella no se baja de sus tacones por Rafael ni por nadie.