Vanesa ha venido a ‘First Dates’ en busca de un hombre que le diera buenas energías y nada más ver a Enrique ha sentido que era un pieza, una sensación que el soltero no ha conseguido cambiar en toda la cita y mira que ha hablado “No me has dejado meter baza”.
A Vanesa la llaman “Lolita” y no porque cante porque no canta, sino por su parecido con Lolita Flores “Los pelos, la cara…”. En el amor ha tenido cuatro relaciones largas, tiene dos hijos de su primer marido y nunca se ha planteado por qué la cosa no ha salido bien. Está en un momento de su vida en el que se guía más por las energías y busca a un hombre que sea respetuoso y con valores, el físico le da lo mismo, ella prefiere conocer a las personas.
Enrique, su cita, se ha presentado y también nos ha presentado a sus tatuajes, tiene un tigre porque en el horóscopo chino es un tigre, tiene una samurai y una geisha. En el otro brazo tiene un tribal, pero por poco tiempo.
Carlos Sobera le ha presentado a Vanesa y él ha tenido la sensación de que era una chica guapa que entra dentro de su prototipo de mujer. Ella sin embargo, se ha quedado muy seria la verle pedirse un gin tonic. El soltero ha atravesado una época muy complicada, pero ahora está remontando y quiere disfrutar de la vida. Llevo solo un mes viviendo en León.
Enrique le ha contado a Vanesa que había sido administrador de fincas mucho tiempo, pero que llegó a su límite y tuve que cambiar de trabajo ahora, trabaja de lunes a viernes en un call center y los fines de semana da extras de camarero. Ella le ha dejado claro que le encanta su trabajo y que no lo cambiaría por nada de lo que ha estudiado. A él le ha dado un poquito de yuyu saber que había estudiado tanotoestética porque él para los muertos y la sangre no vale.
Vanesa le ha contado que su hermano se acababa de separar y que le planeaba los fines de semana para hacer cosas juntos. Él le ha dicho que desde que se separó hace 5 años no había vuelto a tener ningún tipo de pareja y que se había quitado de viajar, de salir, de todo… Ella no lo ha entendido mucho “yo no me he quitado de nada” y cuando Enrique le ha dicho que no salía porque tampoco bebía mucho, le ha soltado un “para no beber, te has pedido un gin tonic”.
El soltero se ha quedado cortado y ha intentado justificar su decisión asegurando que era cortito y que necesitaba desinivirse un poco, pero Vanesa le había calado desde el primer momento “tienes pinta de ser un pieza”. Él le ha contado que antes se bebía hasta el agua de los floreros y cerraba los bares, pero que ahora eran otros tiempos “se te nota, no hace falta que me lo digas”. Vanesa se guía por las sensaciones y las energía de su cita no le estaban gustando.
Vanesa le ha contado a Enrique que tenía una moto y poco más, porque él ha llevado las riendas de la cita todo el tiempo y según ella no le ha dejado hablar. A ella la cita le ha parecido un tostón y no ha dudado en recriminarle que no le había dejado meter baza. Enrique se ha sorprendido y le ha dicho que había sido ella la que no había querido abrirse ni dejarse conocer. Pero cuando la cosa comenzaba a ponerse tensa, él ha vuelto a demostrar ser un caballero y ha asegurado que no repetiría porque no había tenido miradas cómplices ni feeling, por nada más.