Ruth tiene el sueño de encontrar una pareja que le devuelva la ilusión a su madre. Ana se quedó viuda hace años y, desde entonces, no se ha atrevido a ocupar de nuevo su corazón con otro hombre.
Para ayudar a su madre a encontrar una pareja, la canaria le ha acompañado al restaurante del amor de Carlos Sobera y, allí, Ana ha confesado lo que buscaba en un hombre: “No me importa que sean feos, me gusta que tengan personalidad”, decía.
Tenía ganas de tener la cita. Sin embargo, no ha sido ella la que ha protagonizado el primer encuentro con Miguel Antonio, ya que ha sido su hija la que ha tenido la primera toma de contacto con el que iba a ser la cita de su madre.
Nada más verla, el comensal se ha quedado a cuadros, ya que no se esperaba una acompañante tan joven, sino alguien que se asemejara más a su edad. Aun así, no ha querido quedar de poco caballero y ha dedicado unas palabras de cariño a Ruth.
“¿Quién dice que los ángeles del cielo no se ven?”, le decía a la hija de Ana nada más verla. Ella ha considerado que era un hombre muy correcto, educado y agradable. Unos rasgos de la personalidad que han hecho que ella le de el visto bueno para su madre.
Cuando Miguel Antonio se ha visto cara a cara con su auténtica cita, Ana, se ha quedado bastante sorprendido: “Me dejó sin palabras”, aseguraba ante una Ana que estaba muy ilusionada por hacer “una cosa diferente”.