Un divertido vacile de Carlos Sobera se convierte en realidad en ‘First Dates’: “¿Un apartamento en Torrevieja de los del ‘Un, dos, tres…’?
A Elena le encanta la música: “Me gusta Camela y ‘Los tres amores’ de Manolo Escobar”
Elena y Sara hacen match en ‘First Dates’: “He encontrado al amor de mi vida”
Elena y Sara quieren trabajar su autoestima en pareja: “Aprendamos a querernos juntas”
La cita de Elena y Sara ha comenzado con un angelito caído del cielo y un apartamento en Torrevieja, por lo que entre ellas la cosa no podía fallar. Carlos Sobera ha visto como su vacile se le daba la vuelta y Cupido quería que las dos solteras sintieran un flechazo que las llevara a veranear juntas para siempre.
Las relaciones que ha tenido con gente de Madrid y los alrededores no le han salido bien a Elena y ha venido a ‘First Dates’ en busca de una relación seria, con alguien formal al que le gusten la música y los animales. A ella le encanta Camela y los ‘Tres amores’ de Manolo Escobar (tiene tres perros). Según le ha contado a Carlos Sobera, para ella una noche romántica sería en una azotea, con una cena y bien pegaditos porque tiene un lema que al presentador le ha venido perfecto para el programa “cuando más juntitos en la cama, más juntos en la vida”. En el amor lo da todo y le da igual que sea con un chico o una chica.
Sara, su cita, es una joven que no ha tenido mucha suerte ni en el amor “no he estado con buenas personas” ni en las relaciones sociales “he sufrido bullying durante años y me cuesta verme”, pero está en proceso de verse la mujer hermosa que es y en Elena ha causado una magnifica sensación.
Elena esperaba un angelito, pero al ver a Sara ha sentido que “mejor una angelita”, la ha visto muy angelical y con una sonrisa muy bonita y unos ojos “que derriten cualquier lunita”. Antes de que Carlos Sobera las acompañara hasta la mesa, las jóvenes han querido saber de dónde eran y Elena le ha contado que ella era de Madrid y no de Valencia, pero que contaba con un as bajo la manga “tengo algo en Torrevieja”.
Carlos Sobera ha bromeado con ella preguntándole si había participado en el mítico programa ‘Un, dos, tres…” y se ha llevado una sorpresa que no esperaba “yo no, pero mi abuelo sí”. Sí, parecía imposible, pero Sobera ha encontrado sin esperárselo a una persona que ganó un apartamento en Torrevieja. Elena ha matizado la información “no es un apartamento, es un estudio”, pero algo es algo “tú y yo no tenemos estudio en Torrevieja”, ha bromeado el presentador con Sara.
Tienen casi la misma edad, son las dos Leo y ambas han sentido “amor a primera vista”, lo de Elena y Sara ha sido un auténtico flechazo y no han parado de lanzarse piropos desde que se han sentado en la mesa. Igual les separa un poco el tema de los animales porque a Sara le dan miedo los pájaros y Elena quiere meter a un loro en la relación “mejor que una tercera persona para que nos hable y nos aconseje a las dos”, pero se han gustado tanto que ni eso importa.
Sara estaba encantada y los nervios y la emoción han hecho que se le cayera un trozo de hamburguesa vegana por el escote, pero a Elena no le ha importado “ya lo cogeré, si me dejas”. Sara le ha contado que era una gran lectora y que ahora estaba inmersa en la escritura de un libro erótico. Elena ha querido saber más al respecto y ella le ha explicado que es una especie de diario de una mujer sumisa. Le gusta el mundo del BDSM y a su cita también.
Elena ha sentido que ya estaba todo hecho entre ellas y le ha pedido que se dieran un beso antes de terminar la cita, pero también le ha confesado que le gustaban más los besos robados. A Sara no le gusta ir tan deprisa en una cita y eso le ha echado mucho para atrás.
Elena, a Sara: “Aprendamos a querernos juntas”
En la intimidad del reservado, Elena se ha deshecho en piropos con Sara, algo que ella no terminaba de creer, pero que le ha gustado porque no está acostumbrada que alguien le recuerdo lo bonita que es. Elena ha entendido sus inseguridades, pero las ha restado importancia hablándole de sus lunares y de cómo le gustaría besarlos uno a uno.
Elena no quería marcharse de ‘First Dates’ sin besar a la mujer que le ha robado el corazón a primera vista y ha aprovechado el ardor del chupito para lanzarse a sus labios. En el momento de la decisión final Sara le ha dicho que sí quería conocerla y que le parecía una chica preciosa, algo que ella tampoco se ha creído, pero ha apostado por el amor y le ha soltado un “aprendamos a querernos juntas”.