María ha venido a ‘First Dates’ en busca de un skater tiradillo y se ha encontrado con un “pijito sevillano”, que ha resultado ser más liberal y comunista que ningún chico que había conocido antes. Eso sí, no tenía la altura que ella esperaba y la cosa no ha llegado a buen puerto.
David es taxista en Sevilla y ha visto de todo durante sus horas de trabajo “te puedes encontrar de todo, desde el que no te quiere pagar, al que te quiero robar, la que te propone hacer un trío o te dice a 80 km/h que se tira del coche porque ya ha llegado a su destino”. Al conocer su profesión, Carlos Sobera ha querido saber si se ligaba mucho siendo taxista y él le ha confesado que alguna vez había caído en la tentación “me han propuesto tríos, orgías… Siempre estoy de noche”.
María, su cita en ‘First Dates’, ha llegado al restaurante del amor confesando que sale ahora más de fiesta que con 15 años y que le pierde una noche de juerga. Es de Valdepeñas en Ciudad Real y al ver a David ha sentido que le chirriaba un poquito su altura, pero “todo es conocerse”. Su cita ha comenzado con ciertos nervios y preguntas que no terminaban de convertirse en conversación y es que al taxista le han faltado curvas y unos cuantos kilitos “está muy delgada”.
A David le ha sorprendido mucho que su cita no conociera Sevilla, pero parece que no le hacía falta porque tenía muy claro cómo son los sevillanos “un poco golfos restirados, que se creen por encima de ti porque son más españoles que nadie y lo celebran todo, ¿sabes? Creo que él tiene un poquito de ramalazo". Y a María le ha sorprendido, primero que le sonara una alarma en mitad de la cena y segundo, que no sintiera ninguna curiosidad por conocer “Valdepeñas, la ciudad del vino”.
Maria se esperaba un chico tipo skater y le ha reconocido que al verle ha pensado que era “un pijito sevillano”. La soltera ha querido saber cómo habían sido las relaciones sentimentales de su cita y al saber que le habían engañado, ella le ha confesado que también había sido infiel, pero que lo había pagado con creces. El karma le ha devuelto su infidelidad y alguna cosa más, y es que asegura que es “sinvergüenza”, pero no mala “Nadie es perfecto”.
David ha querido saber el motivo de la pulsera con la bandera de España que lucía María en la muñeca y ha descubierto que había más cosas que les separaban. “Yo son más pepera”, ha confesado ella con la sensación de que David también lo era y encontrándose un “yo soy muy de izquierdas”. Ella ha tenido claro que le había caído muy bien el chico, pero “no me pone”.
En el momento de la decisión final, David le ha explicado que no quería tener más citas con ella por el tema de las infidelidades sobre todo y ella le ha dicho que podía estar tranquilo porque ella no iba a ser quien le pusiera los cuernos otra vez. No se han gustado a primera vista y tras una divertida cena, se han gustado menos todavía.