Fran tiene 27 años, vive en Madrid y ha tenido dos parejas importantes en su vida. Acude al restaurante del amor para encontrar a un chico especial, con ganas de vivir y al que le guste salir de su zona de confort. En cuanto a físico, le gustan altos y de gimnasio.
En el Beach Club, el comensal se ha dado cita con Alejandro, un cubano, muy bailongo, al que le encanta salir de fiesta y captar la atención de los chicos. Entre ellos no ha surgido la chispa en el primer momento y no ha habido ni una conexión física.
“La cita es aburrida”, afirmaba Fran. “Me lo podría tirar y ya está”, afirmaba el de Madrid durante su encuentro con el cubano. No ha habido nada de atracción entre ellos e, incluso, se han negado a darse un beso en el juego de las bolas de ‘First dates’.
El de Madrid ha afirmado que ha aprendido “mucho” de las dos relaciones que ha tenido en su vida y ha aclaro que no tiene “ningún problema para ligar”. Eso sí, ha explicado que hay algo que no le termina de gustar de sus vínculos con los hombres.
“A veces me siento como un muñeco sexual, como un objeto. Al final, solo se fijan en mi apariencia y no en lo que tengo dentro de mí, que es mucho más bonito que lo que tengo fuera”, decía.
Sobre si se considera flipado, asegura que sí que se lo han dicho alguna vez, pero aclara: “Si vivir, cumplir tus fantasías y sentirte segura con la vida es de flipado, pues bienvenido sea”.