Marcos, ataviado con una cola de sirena, ha dejado sin palabras a Javier, que no ha podido evitar sorprenderse al verlo de esa guisa. Sin embargo, a pesar del shock inicial, ambos han tenido una conversación de lo más fluida.
Los dos se han sentido muy cómodos y han intercambiado experiencias de vida. Una de las que más marcó la vida de Marcos fue la relación que tuvo con una mujer: “Estuve 25 años con ella y tengo tres hijos”, decía.
“Compartíamos instituto y nos gustaba el mismo chico, que era mi mejor amigo. Siempre he sabido que me gustaban los hombres”, afirmaba. Ahora me considero gay. Desde que me divorcié, no he estado con más mujeres”, declaraba.
“Ya hubo un momento en que me costaba respirar en casa y no era sano ni para mí ni para mi mujer. Llega un momento en que tienes que romper con todo, buscar tu felicidad y empezar de cero”, aseguraba.
“Mis hijos lo llevaron bien”, afirmaba Marcos. Javier, tras escuchar el testimonio, opinaba: “Me ha parecido chapó que él, aunque no lo hiciera antes, haya buscado su felicidad. Si él es feliz, sus hijos lo van a ser”.