Loli ha venido a ‘First Dates’ en busca de un hombre con el compartir su alegría y sus ganas de vivir, pero se ha encontrado con Javier, un cántabro muy serio, con ganas de vivir la vida, pero que todavía no se ha atrevido a dejarse llevar.

Loli es una mujer muy independiente a la que le gusta salir y entrar, que si su salud se lo permitiese daría hasta piruetas. En 2009 se quedó viuda y pasó una temporada muy mala, pero descubrió el baile y le quitó todas sus penas. No le pide mucho a un hombre, pero si mueve las caderas, mucho mejor.

Javier busca una relación amorosa y siente que cualquier mujer que sea buena, es perfecta para él, le da igual el físico. Cuando Matías le ha preguntado qué si sabía bailar, él le ha dicho un sí muy rotundo “bailo discotequero, pero agarrado también me gusta”, pero al quedarse a solas con Loli le ha dicho que había mentido y que no bailaba mucho. Algo que a ella le ha bajado la ilusión al suelo.

La cena de Loli y Javier ha comenzado hablando de la distancia que separa Santander de Oviedo y de las aficiones de cada uno. Loli es una mujer muy activa y no le importa ir en coche a ningún sitio, pero Javier está muy paradito y le ha dado la razón cuando le ha dicho que tenía que aprovechar ahora para disfrutar “eso mismo me dice mi hermana”.

Loli ha sentido que Javier no le estaba contando nada de su vida y ha querido saber, pero lo más que ha conseguido es saber que le gusta hacer sushi y que antes le encantaban las tortillas de patata. Al jugar al Rasca del Amor ha sentido que no tenían nada en común, pero él le ha corregido porque algo sí tenían “somos del norte”. Y la ha vuelto a sorprender al decirle que le gustaba mucho el color de su pelo, su sonrisa y su forma de ser.

Javier, un cántabro que toma fabada de lata

Por un momento, Javier ha comenzado a romper su timidez y ha conseguido hacer reír a Loli hablándole de su corte de pelo, pero ya era tarde. En el momento de la decisión final, él le ha soltado “es una mujer que tiene mucho porvenir conmigo” y ella ha flipado porque no pensaba lo mismo. Loli ha sentido que Javier no le podía seguir el ritmo como pareja, pero le ha ofrecido conocer Oviedo, tomarse una fabada y conocerse un poquito mejor, por no tirar la toalla tan pronto.