María se encuentra en ‘First Dates’ con su noche loca: “Es dominicano y ese movimiento de cadera no se olvida”
Marcos le dijo a María “Mañana te llamo” y no volvió a aparecer jamás
Marcos reconoce que no se ha portado bien con las mujeres: “Era un chulo y me comía el mundo, pero el mundo me acabó comiendo a mí”
María y Marcos quieren intentar su historia de amor fuera de ‘First Dates’: “Es el destino”
María se ha echado las manos a la cabeza al ver que su cita en ‘First Dates’ era el hombre que a volvía loca hace seis años y que tras una noche desapareció sin decir adiós. Sin embargo, el asegura ser otro hombre, haber aprendido de sus errores y seguir sintiendo por ella una pasión desmedida. El destino les ha reunido y puede que la cosa termine en boda.
María ha tenido muy mala suerte en el amor y ha venido a ‘First Dates’ en busca de un “pesado”, quiere a un hombre que esté todo el rato pendiente de ella y protagonizar una historia de amor romántico. Le encanta bailar y cuando ha visto a su cita entrar por la puerta del restaurante se ha echado las manos a la cabeza “nos conocemos”.
Marcos, su cita, se define como una persona jovial “los problemas para otros” y al ver a María ha sentido que era una cámara oculta, ya que ambos tuvieron una noche loca “una noche de las que no se olvidan, el dominicano y ese movimiento de cadera no lo tienen los españoles”. Sin embargo, parece que Marcos también es bastante golfete porque la dejó en la puerta de su casa con un “mañana te llamo” y jamás supo más de él.
El soltero asegura que le dio miedo María porque es una mujer con carácter, pero Carlos Sobera ha tenido la sensación de que eran muchos los asuntos que estaban pendientes entre ambos “¿Es el destino?”.
Ya sentados en la mesa y todavía sin creerse que el destino les había juntado en el restaurante, Marcos ha querido saber qué había sido de la vida de María y ella le ha dicho que no le había ido demasiado bien. Su historia no terminó bien y ella no ha dudado en reprocharle que le hiciera sentirse mal cuando no volvió a dar señales de vida y es que su cita era “un flipado, se había pegado cuatro ciclos y se pensaba que era Dios”.
Él le ha reconocido que tuvo una etapa muy mala en su vida. Al parecer era un niño gordito y negro que no lo pasó muy bien en la infancia, y al sentirse popular la cosa se le fue de las manos “Era un chulo y me comía el mundo, pero el mundo me acabó comiendo a mí”. La pandemia y la muerte de su padre le hicieron caer en una depresión “bajé a mis infiernos” y asegura que ahora es otra persona, pero María no sabe si se lo puede creer “me tendría que demostrar mucho para poder confiar en él”.
María y Marcos se gustan muchísimos y ninguno de los dos parecía saber por qué lo suyo no había llegado a buen puerto. Él le ha reconocido que no tenía capacidad de pedir perdón y que estaba arrepentido de todo el daño que les hizo a las chicas con las que estuvo aunque, también es consciente de que la chulería se lleva por dentro. El dominicano sin acento estaba embobado con los labios de María, pero ha querido saber si seguía siento “¿Eres doña látigos?”. La soltera le gusta mucho, pero siente que es demasiado estricta y eso a él le agobia.
Por su parte, ella ha querido saber por qué no tenía acento y le ha pedido que le hablara un poquito simulando el acento dominicano que le gustaba mucho. Al saber que María los látigos los guardaba para la cama, Marcos no ha dudado en pedir la cuenta muerto de la risa.
En la intimidad del reservado, María le ha confesado a Marcos que si era verdad que había cambiado, le gustaría que se conocieran poquito a poquito. Él ha sentido que si la conocía podían pasar dos cosas “o acabamos como el rosario de la Aurora o nos casamos” y es que ha sentido que María era la mujer que estaba buscando.
Ella cree en el destino y está convencida de que si se han encontrado en ‘First Dates’ es por algo y que había que intentarlo. Han bailado, se han besado y sobre todo, se han mirado a los ojos y se han hablado con el corazón. Marcos asegura ya no ser el chulo y prepotente que era hace seis años y ella lo quiere comprobar.