Miguel tiene la receta perfecta para acabar con las discusiones de pareja en ‘First Dates’: “¿Estás enfadada? Te hago un cunnilingus y se nos olvida la historia”

  • Miguel y la alimentación: “Me quitas el hidrato y me pongo muy sensible, la regla multiplicada por diez mil”

  • Miguel cambia a su cita una pesa por el martillo de Thor en ‘First Dates’

  • Miguel ya se imagina a su cita siendo Mosso d'Esquadra: “Con el uniforme puesto y encima de mí”

Jessica ha venido al programa del amor en busca de un hombre que entendiera su rutina de entreno y se ha encontrado con Miguel, un hombre que siempre lleva el martillo de Thor en el bolsillo, que cambia las discusiones por cunnilingus y que se pone sensiblón cuando le quitan los hidratos de carbono. Su pareja perfecta.

Jessica compite en body fitness “una chica grande, fuerte, compensada y sin dejar de ser femenina” y asegura que le encantaría ser profesional, pero es un mundo muy sacrificado “vas a una boda y te llevas el tuper”. Su primera pareja fue la que le introdujo en el mundo del fitness y su última relación también competía. No es imprescindible que al chico que le guste también esté metido en ese mundo, pero sí que comprenda el estilo de vida.

Para que su cita supiera algo más de ella, ha dejado un colgante con una pesa sobre la barra de ‘First Dates’. Al ver entrar a Miguel, Jessica se ha fijado en su espalda y ha sentido que era mu y sexy. El soltero era un chico muy delgado y gracias al gimnasio consiguió alcanzar el físico que le gusta y con el que se siente bien. Según le ha explicado a Lidia, antes competía pero ahora, entrena por placer.

Al ver el colgante de Jessica en la barra, se ha llevado una alegría porque pensaba que era un regalo y él tenía uno igual que perdió hace un tiempo. El colgante le ha gustado, pero al ver a su dueña ha sentido que el corazón le latía a mil “como cuando eres pequeño y ves a tu madre con la zapatilla”. Jessica era la chica fitness que esperaba encontrar y lo ha tenido claro “está muy buena”.

Lidia y Jessica le han explicado que el colgante era una pista y no un regalo, y él ha querido que ambos pusieran sus amuletos sobre la mesa y ha sacado el martillo de Thor que llevaba en el bolsillo.

El mundo del fitness ha marcado el hilo conductor de la cita y Miguel le ha confesado que su cara el sonaba de algo. Jessica ha sentido que la podía haber visto en alguna competición y efectivamente. Sin embargo, Miguel le ha explicado que había dejado el tema de las competiciones porque en la última lo pasó muy mal porque coincidió con un momento complicado de su vida.

Es consciente que para sus parejas es muy complicado entender el sacrificio que hace con la alimentación y que hay fines de semana que si le toca no beber agua, lo pasa muy mal y no puede salir por ahí. Es más, le ha confesado que cuando le quitan la comida, lo pasa mal “Me quitas el hidrato y me pongo muy sensible, la regla multiplicada por diez mil”.

Miguel le ha contado que él quería una vida tranquila porque ya se movía bastante en su trabajo de comercial y Jessica le ha contado que se estaba preparando las oposiciones para ser Mosso d'Esquadra, algo que a él le ha encantado “Me la imagino con el uniforme puesto y encima de mí”. El soltero asegura tener un sentido del humor muy particular y gustarle chinchar a sus parejas o reírse en los momentos de enfado “¿Estás enfadada? Te hago un cunnilingus y se nos olvida la historia”.

Jessica y Miguel se han gustado, han coincido en el tema sexual y en el reservado se han dejado llevar. A ella le ha parecido poco tener sexo tres veces al día y ha bromeado con el labio que tenía que besar su cita, antes de lanzarse con los besos de tornillo. Ambos tenían claro que quería repetir y les ha parecido genial que su segunda cita fuera “un entreno de piernas”. Jessica cree que Miguel le va a dar la tranquilidad que necesita y él le ha soltado un “solo te voy a dar guerra en un sitio”.