Carlos Sobera, muerto de la risa con los lapsus de un soltero de ‘First Dates’: “Me bloqueo, me quedo en blanco y no soy persona, no avanzo”

  • Christian no es capaz de hacerle ninguna pregunta a su cita: “Soy un poco empanado”

  • Christian, ante sus bloqueos mentales: “Siente que tengo a alguien dentro que me dice ‘tonto, tonto’”

  • Verónica confía en que los nervios de Christian sean solo en la primera cita: “Vamos a repetir”

Christian ha venido a ‘First Dates’ con la intención de conocer a una chica que le robara el corazón y su amor fuera correspondido, pero lo ha tenido muy, muy complicado para romper su timidez. Menos mal que cada vez que su mente en blanco, Carlos Sobera y su cita se lo han tomado con humor, mucho humor.

Christian se ha enamorado muchas veces, pero son muy pocas las que le han correspondido. Siente que le han echado mal de ojo, pero Carlos Sobera le ha puntualizado que es él el que tiene “mal el ojo”. Nunca ha tenido una relación seria y asegura cortarse mucho con las chicas “Soy muy cortado y no me sale el instinto”.

Carlos Sobera ha querido saber cómo le gustan las chicas y Christian le ha soltado un “Me da igual”, pero en realidad no le daba igual. Los nervios le han vuelto a jugar una mala pasada “Me quedo bloqueado, hay momentos que me quedo en blanco y no soy persona, no avanzo”. El presentador se ha dado cuenta y ha intentado tirar de él dándole adjetivos para que los usara y él ha tenido claro que le gustaban las chicas “Simpáticas, aventureras”. Pero… “¿Tu eres aventurero?", ha querido saber Sobera y se ha encontrado con un “no”.

El presentador se ha quedado loquísimo y no ha podido contener la risa “no entiendo nada”. Matías también ha roto a reír y le ha dicho “Tiene mucho para dar”, encontrándose entre risas con un  “Y poco para recibir”.

Verónica, su cita,  tiene claro que aunque a veces cueste “siempre hay que sonreír”. Hace muchos años que está en grupos de hip hop y ahora ha empezado con la salsa y la bachata “como buena bailarina soy muy pasional en todo lo que hago”. Al ver a Christian ha parecido llevarse una buena impresión y ha querido descubrir por qué decían que era aventurero.

Christian ha intentado contener sus nervios e incluso, ha conseguido hacerle una broma a su cita cuando le ha dicho que qué le traía por el restaurante “a la vero, a la aventura”. Ya sentados en la mesa, Verónica ha comenzado a preguntarle a Christian un montón de cosas y él se ha ido defendiendo, pero cuando le ha dicho que preguntara él algo, se ha quedado, pero se ha quedado que no ha formulado ni una sola pregunta.

Verónica habla por los codos “a veces me duele la cabeza de escucharme a mí misma” y rápidamente ha vuelto a tomar los mandos de la conversación. Le ha dicho que se definiera en tres palabras y antes de volverse a quedar en blanco se ha definido el pobre como “un poquito empanado”. A ella le ha entrado la risa y ha soltado un “eso sí”.

Por más que lo ha intentado, Christian no ha podido realizarle ninguna pregunta a Verónica, pero ya se las ha hecho ella todas y él ha conseguido mantenerle muy bien la conversación. La comensal ha tenido la sensación de que Christian no había tenido relaciones largas por su timidez y que igual había dado con personas tóxicas porque no es habitual que alguien te quiera cambiar en un mes.

Ni una sola pregunta: Christian no consigue romper su timidez

Verónica no quería marcharse de su cita sin que Christian le hiciera alguna pregunta porque le estaba transmitiendo muy buenas sensaciones, pero quería saber si tras los nervios iba a encontrar algo más. Él lo ha intentado, pero no ha sido capaz, cada vez que pensaba en alguna pregunta que quedaba en blanco “hay alguien dentro de mi cabeza que cuando me quedo así me dice ‘tonto, tonto y tonto’”.

Christian ha tenido claro que se lo había pasado muy bien y que quería repetir el encuentro, pero Vero tenía dudas “no me has hecho ni una pregunta”. Sin embargo, ha querido darle una oportunidad de romper con su timidez y le ha dicho que sí iban a tener una segunda cita juntos.