Miguel se enamoró de una comensal de ‘First Dates’ y ha pedido conocerla: “Me deslumbró”

  • Ana descubre lo que pensó Miguel antes de conocerle: “Me encantó tu amor, tu inteligencia, eres divina”

  • Ana siente que Miguel es un bohemio y ella quiere “a un Mario Vaquerizo en mi vida”

  • Ana enseña a Miguel a bailar twerk: “Tienes que imaginar que tienes el pene para atrás”

Miguel no ha venido a ‘First Dates’ a buscar el amor porque ya no encontró desde el sofá de su casa viendo el programa. Hace unas semanas al ver a Ana tener una cita con otro comensal en el restaurante del amor algo explotó en su corazón “Me deslumbró, sentí que me enamoraba”.

El soltero se quedó prendado de los encantos, el humor y la inteligencia de Ana, y no dudó en escribirnos para conocerla. Busca a una mujer que sepa y quiera pasárselo bien, este mundo es un infierno y no mola tener un peñazo al lado. Para recibir a su cita, le ha escrito un bonito mensaje en un posavasos para que supiera por qué quería conocerla.

Al entrar, Ana ha asegurado que se sentía como un pájaro en una jaula, pero que quería volar y no sabía hacía dónde. Consciente de que  había un hombre que la quería conocer, ha llegado nerviosa y no sabía qué imaginarse al leer “Me encantó tu amor, tu inteligencia, eres divina”. Al verle, ha respirado tranquila y ha sentido que era un tipo normal. Él estaba feliz y le ha confesado que estaba deseando conocerla “Creo que eres la persona más guay que ha pasado por aquí, me ríe muchísimo, lloré de la risa”.

Miguel estaba conociendo a la mujer con la que había soñado durante semanas y estaba nervioso, unos nervios que no le han dejado soltarse y que a ella no le han gustado. Ana necesita a un hombre a su lado al que no le importe hacer el ridicilo, bailar, cantar o lo que haga falta.

Ana quiere a un Mario Vaquerizo en su vida

Ella es de “perreo máximo” y al saber que a él no le gustaba, le ha comentado que sus anteriores parejas se rompieron porque no compartían gustos músicales y eran más de música indie. Ana tiene claro que su hombre ideal sería “el marido de Alaska, el Mario Vaquerizo”. Quiere a un hombre divertido e ingenioso que se atreva con todo.

Ana no sabe el motivo, pero las relaciones no le duran más de un año y medio. Todo comienza con mucha intensidad, pero luego la empieza a entrar un tik en el ojo y la cosa se termina rápido. Miguel no ha tenido ninguna experiencia traumática en el amor, pero es que Ana ha sentido que no tenía la fuerza que ella buscaba “es un duendecillo libre andando por el campo, pero demasiado tranquilo para mí”.

Miguel estaba feliz de estar con Ana y se ha autoproclamado presidente de su club de fans, pero ella no estaba sintiendo nada. En la intimidad de la terraza de ‘First Dates’, Ana ha tenido la esperanza de que el soltero la siguiera el ritmo bailando, pero no ha sido así. Miguel se ha quedado embobado viéndola bailar y ella incluso, ha querido enseñarle a bailar twerk “Tienes que imaginar que tienes el pene para atrás”.

En el momento de la decisión final, Miguel ha vuelto a deshacerse en piropos con Ana y le ha dicho que seguiría conociéndola sin dudarla, pero ella le ha contado que no había sentido nada especial y que no veía entre ellos algo más que una amistad. Él por su parte, se ha tomado las calabazas con resignación y le ha advertido “Cuidado con lo que deseas porque termina cumpliéndose”.