Marina, sobre su condición sexual: “Por que tenga estás pintas no soy bollera”

Elvira asegura que sus amigos le llaman “tamagochi” y que es porque es un poco desastre “lo pierdo todo, me doy muchos golpes…”. Lucha por una sociedad abierta y liberal. Marina, su cita, se define como una mujer bisexual, pero las relaciones amorosas las tiene con chicas porque las considera “más básicas”, siente que es todo más sencillo.

Al verse, ambas han tenido muy buenas sensaciones y rápidamente han comenzado a hablar de sus estudios y planes de futuro. A Marina le ha gustado mucho que Elvira se quiera dedicar al mundo de la enseñanza porque todavía hay mucho que enseñar a la sociedad y sobre todo en el tema sexual y de género “por que tenga estas pintas, no soy bollera, bueno, lesbiana o lo que sea”. Siente que la gente te juzga demasiado rápido.

Se lo ha pasado muy bien en el instituto porque había mucha gente saliendo del armario, tiene la sensación de que la sociedad ha avanzado mucho “mi hermana es bi y salió del armario con mucha naturalidad”. Al escucharla, Elvira le ha dicho que ella también era bisexual, pero que prefería tener relaciones con chicas “los hombres con “v”, los señores me dan pereza”. Una reflexión en la que ha estado de acuerdo con Marina.

Ambas tienen la sensación de que no se pueden fiar de “los señores” para una relación y que prefieren la complicidad que sienten al lado de una mujer. Respecto a sus relaciones anteriores, Marina le ha contado a Elvira que tenía una relación abierta con una chica y le gustaría que su próxima relación también lo fuera. Sin embargo, la soltera ha sentido que para eso es necesario tener mucha confianza con tu pareja y esperara a llevar un tiempo de relación antes de abrir la pareja.

Elvira y Marina se han gustado y en el momento que la segunda ha conseguido superar su timidez, ha querido buscar más puntos en común con su cita en el restaurante del amor. Todavía siente respeto a ir a las discotecas y tras la pandemia su mayor ocio es hacer escalada y salir al campo, una idea que a Elvira le ha gustado.

En la intimidad del fotomatón, se han atrevido a jugar con los globos y Marina le ha mordido la nariz de una forma muy dulce. La distancia que las separa no es muy grande y las dos quieren seguir descubriéndose un poquito mejor.