Francisco siempre ha estado dedicado a la lucha social y al sindicalismo. En el amor asegura ser un poco difícil y no ha tenido relaciones de más de 9 meses. El físico no le importa “no estamos buscando a Míster Potato”, pero sí tiene claro que si su cita es de derecha cenará con ella por educación y nada más.

Cristina, su cita,  se considera una “dictadora melancólica” y tiene la sensación de que en la otra vida fue “como Hitler y tiene que redimirse de todo el mal que hizo”. Al verla, le ha encantado su melena y sus labios rojos, pero ella ha tenido otra sensación  “No pegamos, pero estamos abiertas porque te puede sorprender”.

Para Francisco era muy importante que su cita fuera una persona implicada socialmente y le ha gustado mucho saber que Cristina trabajaba en un colegio con niños en riesgo de exclusión social. Él le ha contado que siempre ha estado implicado en la lucha social y que no había conseguido con nadie de una forma tan especial que le hiciera sentir mariposas en el estómago. Cristina sí ha sentido esa conexión con algunas personas incluso, con gente de una noche loca y con él no lo estaba sintiendo.

Al saber que Francisco había vivido en sitios peligrosos alrededor del mundo, Cristina le ha preguntado por Venezuela. Ella tiene una amiga de allí y tiene ganas de conocer el país, pero hay algo que la frena “Me da miedo Carlos Baute”. Francisco se ha quedado perplejo y ha querido saber por qué “Me da la sensación de que me puede comer si estoy muy cerca, tiene la boca demasiado grande. Es muy majo, pero tiene la boca enorme”.

Francisco estaba en shock, pero ella tenía otra explicación “Tengo el punto de que bien, que formalita, pero tengo cortocircuitos. Para llamar la atención de mi madre me daba cabezazos contra el suelo, me di uno muy fuerte y ya me quedé así”. Francisco siempre ha querido ser cantante y sabía cantar con voz de heavy, pero ahora es más de Carlos Latre y le ha demostrado a su cita que no se le dan mal las imitaciones. Cristina se lo ha pasado pipa viendo como su cita imitaba a Rajoy y Pedro Sánchez.

En el fotomatón, la pareja se ha venido arriba y ha protagonizado momentos muy divertidos subiéndose a caballito mutuamente, pero sus sensaciones no eran las mismas. Francisco estaba encantado con Cristina y quería conocerla mucho más, pero ella le ha explicado que la atracción que había sentido no eran tan fuertes como para mover los hilos de una segunda cita.