Gabi ha entrado en ‘First Dates’ con un regalito para todo el mundo “es una bomba” y ha salido del restaurante con una nueva ilusión. Una cena en el restaurante del amor le ha servido para sentir algo especial por Gabi, una maña de adopción que da masajes con final feliz “las cosas se hacen bien”.

Mario ha llegado al restaurante con un misterioso paquete en sus manos y ante la intriga que ha mostrado respecto a su contenido, Carlos Sobera ha bromeado con la posibilidad de que fuera una bomba. Pero nada que ver, el soltero es un hombre muy manitas y había fabricado un precioso portavelas para su cita “Hago cosas que yo mismo me sorprendo”.

Al verlo, Sobera ha bromeado con su romanticismo “Haces el amor a la luz de las velas, sale más barato que con la luz eléctrica, ya te lo digo yo”. Mario lleva bastante tiempo soltero porque ha sufrido varias desilusiones y tiene miedo de volver a pasarlo mal “Tenemos una edad para no volver a equivocarnos”.

A Gabi, su cita, le gustan mucho los ojos de los hombres “si son azules, mejor” y al verle ha tenido una buenísima primera impresión. Él también ha sentido que Gabi era una mujer muy elegante y en el momento que han comenzado a hablar de Zaragoza han hecho match.

-         “Es la más bonita de España”

-         “La más ventolera”

-         “Así se limpia el aire”

-         “Quien vive en Zaragoza puede vivir en cualquier parte del mundo”

-         “Somos los más duros”

Gabi no se ha quedado con el nombre de su cita y la cena ha comenzado con una pregunta incómoda. Sin embargo, Mario tampoco se había quedado con el nombre de ella y no se ha molestado. A ambos les ha gustado ser de la misma ciudad porque les da mucha facilidad para verse, pero Gaby ha querido asegurarse de que su cita no tenía ni gatos ni perros y se ha sorprendido “tengo un tigre”.

Gabi ha querido saber si su cita viviría en otro lugar que no fuera Zaragoza y Mario ha sentido que le estaban dando órdenes demasiado rápido. La soltera puede ser una mujer muy insistente y quería saber si Mario era el hombre con el que iba a vivir sus últimos años de vida frente al mar.

Respecto a sus gustos, Gabi le ha confesado que le gusta que le lean y él ha sido más directo “a mí que me hagan masajes” y ha querido saber si su cita los sabía dar “¿Se te dan bien los masajes con final feliz?”. Ella no se ha ruborizado y le ha contestado con un contundente sí “Las cosas caen por su propio peso, ya que estás las cosas se hacen bien”. Un momento de la cita que ha despertado la curiosidad de Mario al saber que Gabi tenía un punto morboso muy interesante.

En la intimidad del reservado, Mario se ha puesto un poquito pesado ante la posibilidad de darle un beso de tornillo a su cita, pero ella le ha dejado claro que no se iba a besar con él en la primera cita “Si llega el momento del morreo, lo decidimos nosotros”. A Mario le ha gustado que le dejara con las ganas de probar la manzana, pero no ha parado hasta que no ha conseguido el primer piquito mientras bailaban.