Patricia ha llegado a ‘First Dates’ en busca de alguien que le dé “mandanga” y lo ha buscado con tanta insistencia durante su cita que ha terminado marchándose a su casa “sin beso, sin sexo, sin mandanga y sin lo que sea”. Su cita se lo ha tomado con mucho humor, pero ha sido un acoso y derribo que pocas veces hemos visto en el restaurante.

Patricia ha probado todas las frutas que ha podido, pero nunca ha encontrado a su manzanita y ha venido a ‘First Dates’ a buscarla. Con unas esposas en la mano, le ha contado a Carlos Sobera y a Matías que las quiere para “Esposar a mi manzanito y ver una película”. “¿Del lejano Oeste?”, le ha preguntado Matías y ella le ha respondido con un sí y una proposición “¿Si te quieres apuntar tú también?”.

Le da igual hombre o mujer, pero lo que quiere es alguien que “le dé mandanga” y si es mujer que tenga unas buenas “manzanitas, manzanotes”. Eso sí, es consciente de que igual ella no le gusta a todo el mundo “lo del pelo corto”.

Patricia, su cita, se ha sorprendido al ver las esposas que le había dejado, pero ha asegurado que tenía su encanto y ha pensado que iba a cenar con una mujer policía. Sin embargo, al llegar a la mesa se ha encontrado con su tocaya y se ha sorprendido.

Patricia no quería perder el tiempo y ha comenzado su cita hablando de comida “las almejas me gustan dependiendo del contexto”, queriendo saber cómo se consideraba en el sexo su cita y preguntándole directamente a su cita si repetiría experiencia con ella. Patricia estaba un poquito en shock porque la cita estaba siendo divertida pero quizás, Patricia iba un poquito rápido para su gusto.

Patricia ha comenzado la cita muy fuerte y no ha levantado el pie del acelerador ni un momento. No ha dudado en preguntarle a Patricia que si le iba a dar un beso por haberle cedido su hamburguesa. La joven ha alucinado y le ha dado un “no” rotundo, pero a ella no le ha importado y le ha vuelto a preguntar por sus gustos sexuales.

Patricia no sabía muy bien cómo frenar a Patricia, pero con una sonrisa lo ha conseguido y tras un “No te pido matrimonio porque sé que me vas a decir que no”. La joven tenía claro que su cita era una chica muy guapa con la que se lo estaba pasando muy bien, pero que no era su chica ideal.

“Me he quedado sin beso, sin sexo, sin mandanga y sin lo que sea”, ha asegurado una Patricia que ha llegado a ponerse en pie con la intención de robarle un beso a su cita a la que le iba a dar un besito en la mejilla. Patricia ha comenzado a sentirse agobiada porque se lo estaba tomando todo con mucho humor, pero Patricia se ha puesto demasiado insistente ante la posibilidad de volver a quedar, ponerse las esposas, besarse…