Walter ha tenido la sensación de que su cita no iba a terminar bien, cuando ha intentado acariciar el pelo de Silvia y ella le ha pedido que no la tocara. Sin embargo, ha puesto todo de su parte para intentar conocerla mejor, pero no ha servido de nada. Silvia le ha dicho que era un detalle que le hubiera traído un chocolate, pero que no comía azúcar, Walter ha intentado compartir con ella su chuletón, pero Silvia no come carne. Y para remate, Walter quería bromear y ella le ha dicho que mejor que no lo hiciera porque a ella las bromas no le gustan. Silvia estaba horrorizada con su cita y Walter ha tenido claro que él es chef y que le gusta la gente que come de todo y se ríe con las bromas.